Nos encontramos aquí para reconocer el talento y la creatividad de los participantes del concurso de fotografía «Los Caminos que unen a Salamina y San Félix»; tendremos el privilegio de admirar las obras maestras capturadas por estos talentosos artistas, quienes han logrado plasmar la belleza y la conexión entre estas dos maravillosas localidades.
El concurso «Los Caminos que unen a Salamina y San Félix» ha sido una oportunidad única para explorar el ojo fotográfico y descubrir cómo a través de una imagen se pueden contar historias, evocar emociones y resaltar la esencia de estos lugares tan especiales.
Cada fotografía presentada es un testimonio del arduo trabajo y dedicación de los participantes. Han recorrido las calles, caminos y paisajes de Salamina y San Félix, buscando instantes únicos y perspectivas sorprendentes. Han capturado la esencia de la arquitectura colonial, la belleza natural de los alrededores, así como la vida cotidiana de sus habitantes.
Estas imágenes nos invitan a adentrarnos en un viaje visual lleno de colores, texturas y emociones. Nos muestran cómo los caminos que unen a Salamina y San Félix son mucho más que simples vías de transporte, son testigos silenciosos de historias compartidas, tradiciones arraigadas y una conexión profunda entre ambas localidades.
Cada rincón retratado en estas fotografías nos transporta a un mundo lleno de encanto y magia. Nos permite apreciar la riqueza cultural, la diversidad arquitectónica y la belleza natural que caracteriza a Salamina y San Félix.
Quiero felicitar a todos los participantes por su talento y dedicación. Vuestras imágenes nos han dejado maravillados y nos han recordado la importancia de valorar y preservar nuestra historia, nuestras raíces y nuestro entorno.
En nombre del comité organizador, quiero agradecer a todos los patrocinadores y colaboradores que han hecho posible este concurso. Sin su apoyo incondicional, no habría sido posible llevar a cabo este evento tan significativo.
Sin más preámbulos, los invito a disfrutar de esta exposición fotográfica. Permítanse ser transportados por las imágenes, sumérjanse en cada detalle y descubran los caminos que unen a Salamina y San Félix a través de los ojos de estos talentosos fotógrafos.
¡Que disfruten de esta experiencia única y que las fotografías les inspiren a explorar, admirar y valorar la belleza que nos rodea!
“Fisgoneando”
Jorge Mario Torres García
La fotografía que tenemos frente a nosotros es una verdadera joya visual. En ella, podemos apreciar a una señora en un momento íntimo de fisgoneo, capturada en el instante preciso por el autor. Este hecho nos revela su excelente ojo fotográfico y su destreza para estar constantemente a la «caza» de imágenes que cuenten historias.
Es importante destacar que esta imagen no es el resultado de una creación artificial, sino de la captura genuina de un momento real. El autor simplemente tuvo que encuadrar, enfocar, dar el formato correcto y obturar para lograr esta impactante fotografía. En el proceso de encuadre, se compuso la imagen de manera magistral, logrando ubicar el centro de interés en la posición exacta.
La composición desempeña un papel fundamental en la fotografía, y esta imagen es un claro ejemplo de ello. Sin embargo, cabe mencionar que esta importancia no se limita únicamente al arte fotográfico, sino que también se extiende a disciplinas como la pintura, la videografía e incluso el diseño gráfico. En todas estas áreas, es crucial tener en cuenta cómo se colocan los sujetos dentro del encuadre para crear imágenes visualmente atractivas y cautivadoras.
En resumen, esta fotografía nos muestra no solo la habilidad técnica del autor para capturar momentos precisos, sino también su capacidad para componer una imagen que captura nuestra atención y nos invita a reflexionar. Es indudablemente una excelente imagen, digna de ser apreciada y analizada en detalle.
“Ausencia”
Eliana Marcela Londoño
Esta fotografía que estamos analizando se destaca como la mejor compuesta de todas las presen-tadas al concurso. Se puede apreciar un trabajo artístico notable en su elaboración, ya que no es una simple imagen capturada en el momento oportuno, sino que fue pensada y compuesta de manera equilibrada.
Lo que hace especial a esta fotografía es que cuenta una historia y transmite una idea a través de su composición. Se puede percibir el cuidado y la dedicación en cada elemento presente en la ima-gen. Además, se observa un claro dominio de la regla de los tercios, donde el centro de interés se encuentra ubicado estratégicamente en el segmento áureo de la imagen.
El uso del blanco y negro en esta fotografía es otro aspecto destacado, ya que evoca esa sensación de nostalgia y nos recuerda los tiempos en los que revelábamos nuestras propias fotografías. Los tonos continuos presentes en la imagen añaden un toque de elegancia y atemporalidad.
Sin embargo, a pesar de todas sus virtudes, hay algunos aspectos que podrían haberse mejorado para perfeccionar aún más esta imagen. Por ejemplo, se menciona que el manejo de la luz no fue óptimo, ya que se realizó una medición sobre una parte de la zona media en lugar de la parte más iluminada. Además, se sugiere que se podría haber utilizado un disparo de flash para compensar las áreas más oscuras.
Otro detalle que se señala es la presencia de un soporte del techo justo en el centro de la imagen, lo cual crea una línea direccional que divide visualmente la fotografía en dos partes. Para mejorar esto, se propone abrir el ángulo de la toma hacia arriba, permitiendo mostrar el final de la viga y evitando así esa división.
En resumen, a pesar de las pequeñas mejoras que podrían haberse realizado, esta fotografía se destaca por su excelente composición y su trabajo artístico. Es una imagen que cuenta una historia y transmite una idea, con un uso efectivo del blanco y negro y tonos continuos. Es una muestra de la habilidad del autor para crear imágenes impactantes y visualmente atractivas.
“Niebla”
Felipe Torres Marulanda
Esta impresionante imagen nos muestra el resultado de un ojo fotográfico excepcional y la capacidad del fotógrafo para estar en el lugar correcto y en el momento exacto. Capturar la belleza de la naturaleza en su máximo esplendor no es una tarea fácil, pero esta fotografía lo logra de manera magistral.
El elemento central de la imagen son los árboles envueltos en niebla, que le otorgan un aura de misterio y encanto. La niebla crea una atmósfera etérea y difuminada, resaltando la majestuosidad de los árboles y añadiendo profundidad a la composición. La combinación de la niebla con la luz suave y difusa crea una paleta de colores suaves y tonos sutiles, que contribuyen a la atmósfera misteriosa de la imagen.
La composición de esta fotografía es realmente impactante. El fotógrafo supo aprovechar las formas naturales proporcionadas por los árboles para crear una composición equilibrada y armoniosa. Los árboles se entrelazan entre sí, formando líneas diagonales que guían nuestra mirada a través de la imagen. Además, el uso de la regla de los tercios se percibe claramente, ya que el punto focal principal se encuentra ubicado en uno de los puntos fuertes de la imagen.
El manejo preciso de la luz es otro aspecto destacado en esta fotografía. El fotógrafo tuvo la habilidad de medir la luz de forma exacta, logrando una exposición perfecta que resalta los detalles tanto en las zonas iluminadas como en las sombras. Esto demuestra un dominio técnico impresionante y contribuye a la calidad general de la imagen.
En resumen, esta fotografía es un ejemplo sobresaliente de cómo el ojo fotográfico, la oportunidad y el conocimiento técnico se combinan para crear una imagen impactante. La naturaleza en su esplendor se presenta ante nosotros a través de la niebla y los árboles, transmitiendo una sensación de misterio y belleza. La composición equilibrada y el manejo preciso de la luz demuestran el talento y la visión artística del fotógrafo.
“Corredor Salamineño”
Rita Valencia Valencia
Nos adentramos nuevamente en la nostalgia del blanco y negro, siendo testigos de la habilidad y destreza del fotógrafo en esta magnífica obra. En esta imagen, somos transportados a un hermoso corredor salamineño, cuya historia de más de 100 años se despliega ante nuestros ojos. La composición es simplemente impecable, con un manejo magistral de las líneas de dirección que nos guían a lo largo de este pasillo lleno de encanto. El equilibrio logrado en la imagen es asombroso, capturando por completo nuestra atención y dejándonos maravillados. Las líneas verticales que se extienden hacia arriba no solo nos invitan a explorar cada detalle, sino que también nos detenemos en las macetas colgantes que adornan las vigas del corredor, añadiendo un toque de frescura y vida a esta escena detenida en el tiempo.
La elección del blanco y negro no podría haber sido más acertada, ya que nos sumerge en un mundo donde los tonos grises cobran vida propia. Cada matiz tonal nos transporta a los viejos tiempos, despertando una añoranza por épocas pasadas que parecen inmortalizadas en esta fotografía. Es como si pudiéramos sentir la historia impregnada en cada rincón de este corredor salamineño, mientras nuestra mirada se desplaza por sus paredes desgastadas y sus detalles arquitectónicos únicos.
Esta imagen nos brinda una oportunidad invaluable para apreciar y valorar la belleza de los lugares detenidos en el tiempo, aquellos espacios que nos conectan con nuestras raíces y nos invitan a reflexionar sobre la fugacidad de la vida moderna. Es un recordatorio de que, a pesar del avance implacable del tiempo, hay lugares que permanecen inmutables, llenos de historia y significado.
En definitiva, esta fotografía en blanco y negro es una verdadera obra de arte que nos invita a sumergirnos en la esencia misma de Salamina. Nos transporta a un pasado que se niega a ser olvidado y nos permite apreciar la belleza de los detalles pasados por alto en nuestra vida diaria. Es un testimonio visual de la importancia de preservar y valorar nuestra historia, rindiendo homenaje a los lugares que han resistido el paso del tiempo y se mantienen como testigos silenciosos de nuestro legado cultural.
“Salamina Fugaz”
Jerónimo Noreña Ocampo
En este hermoso trabajo fotográfico con agregados pictóricos, nos encontramos con una imagen cautivadora que nos transporta a las afueras de Salamina. La escena capturada muestra una encantadora casa ubicada a orillas de una pintoresca carretera. Lo que llama la atención de inmediato es la línea casi vertical que traza la carretera en la imagen, creando una sensación de profundidad y perspectiva.
La casa, situada estratégicamente en uno de los sectores áureos de la composición, se convierte en el punto focal principal. Su posición dentro de la regla de los tercios resalta su importancia y atrae nuestra mirada hacia ella de manera natural. Esta técnica compositiva es ampliamente utilizada en el arte y la fotografía para lograr un equilibrio visual y captar la atención del espectador.
Además de la composición cuidadosa, este trabajo fotográfico también incorpora elementos pictóricos que añaden un toque artístico único. Puede ser el uso de colores vibrantes que resalten los detalles y realcen la atmósfera del lugar, o incluso texturas sutiles que agreguen dimensión y profundidad a la imagen. Estos agregados pictóricos pueden ser resultado de técnicas fotográficas como el uso de filtros o edición digital, o bien pueden ser elementos físicos agregados posteriormente a la fotografía, como pinceladas o capas de pintura.
En definitiva, este bonito trabajo fotográfico con agregados pictóricos nos transporta a un lugar especial en las afueras de Salamina. Nos invita a apreciar la belleza de la armonía visual, la composición cuidadosa y los elementos artísticos que se combinan para crear una imagen cautivadora. Es un verdadero deleite para los sentidos y una muestra del talento y la creatividad del fotógrafo.
Naturaleza Muerta
Jorge Mario Torres García
Otorgamos esta mención de honor ya que, dado la poca cantidad de premios y buena cantidad de trabajos presentados sería injusto adjudicar dos premios al mismo fotógrafo.
Nos sumergimos en un continuo trasegar, observando con detenimiento cada acontecimiento que se desenvuelve a nuestro alrededor, con el propósito de plasmarlo de manera magistral en imáge-nes fotográficas exquisitamente compuestas.
La fotografía captura a la perfección la esencia de este arte, mostrándonos una persona en pleno caminar, recorriendo una calle que se erige majestuosamente en una línea vertical. Pero no es solo eso, querido amigo, pues dicha persona carga sobre sus hombros una serie de herramientas que, a su vez, generan líneas de dirección que cautivan nuestra mirada y nos guían hacia las hermosas flores que penden de ellas.
No podemos pasar por alto la excelencia compositiva de esta obra maestra, ya que la calle misma se convierte en una línea direccional de gran fuerza visual que nos invita a adentrarnos en los con-fines de la imagen. Sin embargo, el fondo nos sorprende gratamente con una baja profundidad de campo que enfoca nuestra atención al centro de interés: esa persona valiente y decidida que avan-za hacia un fondo desenfocado lleno de misterio y encanto.
Este es un testimonio palpable del arte del ojo fotográfico, donde cada elemento y detalle ha sido cuidadosamente considerado para transmitir emociones y contar una historia única.