La Noche del Fuego en Salamina es mucho más que una festividad; es un vívido reflejo del espíritu comunitario, la riqueza cultural y la devoción a la Inmaculada Concepción, patrona del Municipio. Esta celebración, con más de 140 años de historia ininterrumpida, se erige como un tributo a la tradición, el patrimonio arquitectónico y la identidad de Salamina.
Desde el 29 de noviembre hasta el 8 de diciembre, las pintorescas calles del Centro Histórico de Salamina se transforman en un espectáculo de luz y color. Los faroles, con sus variadas formas, colores y tamaños, adornan cada rincón, simbolizando el fervor hacia la patrona y realzando la belleza arquitectónica que define el municipio. Es un homenaje vivo a la historia y la fe que une a la comunidad en esta celebración.
El 7 de diciembre, el Centro Histórico se convierte en el epicentro de la festividad. Este día está dedicado a exaltar los monumentos más emblemáticos, como la Basílica Menor, el Parque de Bolívar, el Cementerio La Valvanera y su parque contiguo, así como demás espacios que forman el tejido urbano de Salamina.
A partir de las 7:00 p.m., los visitantes y lugareños pueden disfrutar de recorridos por las calles, admirando los altares dedicados a la Inmaculada, maravillándose con los hermosos faroles y deleitándose con presentaciones artísticas a cargo de talentos locales, regionales y nacionales.
Además, se puede saborear una variedad de productos típicos ofrecidos por los salamineños, sumergiéndose así en la esencia festiva y compartiendo momentos entrañables con propios y visitantes.
El clímax de la noche llega con un espectáculo deslumbrante: danzas con fuego, bailarinas de luz, percusión de luz y un impresionante despliegue de juegos pirotécnicos que dan cierre a esta velada tan significativa.
Este espectáculo, que combina tradición, arte y destreza, consolida a la Noche del Fuego como un evento de renombre regional y nacional, enalteciendo el rico patrimonio cultural de Salamina.
La noche del fuego del 7 de diciembre en SALAMINA, Caldas, tiene un prolegómeno que se puede dividir así: el tradicional cargado de sacralidad y el moderno, con mezcla de rito y fiesta.
Antes del actual siglo la celebración giraba en torno a honores a la Virgen Inmaculada, con procesiones y ofrendas organizadas por representantes de las diferentes veredas y Juntas de Acción Comunal, con frutos de la tierra o aportes económicos con destino a las obras parroquiales, pero en el siglo XXI aparece un agregado que tiene ya, reconocimiento regional y nacional; es la “Noche del Fuego” con un marco de esplendor propiciado por los faroles expuestos en el centro histórico, con diversos motivos y temáticas concertadas.
Tanto en unos como en otros acontecimientos los juegos pirotécnicos juegan papel protagónico. Reclaman palco de honor para su disfrute.
El cierre de la festividad se da a través de manifestaciones musicales de varios géneros y en escenarios diversos ubicados en el área urbana del municipio.
Es importante destacar que, en los últimos años, la festividad ha evolucionado para incluir ferias artesanales, gastronómicas y comerciales que promueven el conocimiento de las costumbres y saberes locales. La Noche del Fuego no solo celebra la historia y la cultura de Salamina, sino que también fomenta la participación de la comunidad y el turismo en la región, fortaleciendo así los lazos de hermandad y promoviendo el intercambio cultural.
En resumen, la Noche del Fuego es el fiel reflejo del espíritu vibrante y acogedor de Salamina, impregnado de historia, fe y tradición. Esta festividad no solo ilumina las calles con sus faroles, sino que también ilumina los corazones con su espíritu festivo y su compromiso con la preservación del legado cultural.