jose luis gutierrez 1

Transcurrido un semestre luego de las elecciones regionales del año 2023 en el país, conviene hacer balance de los resultados no desde la óptica de los partidos o grupos de ciudadanos participantes, sino desde la revisión de las cifras en frio a nivel general, para ver cómo fue la participación ciudadana en esas justas.

Empecemos por repasar algunos conceptos básicos, por ejemplo, que la Constitución Política en el artículo 1 define a Colombia como una República democrática, participativa y pluralista, con prevalencia del interés general. Esto que suena a clase de derecho nos permite hacer un desglose de términos para mejor comprensión del título de este escrito.

Fuimos testigos y actores de las elecciones del mes de octubre del año anterior y podemos decir que fue un ejercicio democrático que transcurrió en paz y sin contratiempos. Aunque, valga reconocer, los vicios electorales censurables prevalecieron en la costumbre de algunos candidatos y electores. Que fue pluralista, también se puede dar por satisfecha la jornada, ya que permitió la participación de diferentes opciones, propuestas y tendencias. Pero, ¿fue participativa? Ahí surgen algunas dudas e inquietudes que compartimos con los lectores.

La abstención en los comicios de alcalde y Concejo Municipal superó levemente el 40% del censo electoral y se comportó acorde con la media nacional que fue del 40.78%. Debe tenerse en cuenta que las elecciones regionales despiertan, por obvias razones, mayor interés en los electores. Un primer dato generador de inquietudes: ¿qué falta para cautivar a la ciudadanía y estimular su participación? ¿El modo de gobernar genera desconfianza y desánimo? ¿cuál es el origen de la indiferencia? Pues bien, desglosemos un poco más las cifras locales. El alcalde elegido en Salamina para el período 2024-2027 fue respaldado solo por el 18.05% de los ciudadanos incluidos en el censo electoral y a su vez, representa el 13.6% de la población registrada por el DANE para el año 2023. Ni mencionar también que el concejal más votado solo representa el 6,29% de los votos válidos y el 3,35% del censo electoral ¿Estamos en una real democracia participativa? Quedan serias dudas.

Otro dato adicional, la alcaldía de Salamina fue la menos votada en el norte de Caldas superada en todos los municipios desde Neira hasta Aguadas. En ese bloque la votación local representa el 13.43% del resultado total regional, con diferencias nominales inferiores de 1.011 votos con Aranzazu y 2.377 votos con Neira, por ejemplo. Es el menos votado de los alcaldes elegidos, no obstante ser Salamina en números, el tercer censo electoral del bloque y con menor peso en el mismo, pues solo representa como ya se mencionó, el 18,05% del total de habilitados para votar y con relación a los votantes efectivos el 30.4% de ellos, inferior también en el comparativo con los colegas del norte del departamento. Se colige entonces que, si bien los elegidos en Salamina gozan de legitimidad desde el punto de vista legal por el procedimiento, no lo es tanto desde los resultados y la representatividad, pues se concluye, sin duda alguna, que estamos ante un gobierno de minorías. Esto compromete aún más para reafirmar legitimidad y exige un esfuerzo mayor para que la gestión sea en beneficio de toda la ciudadanía y no limitada a unos pocos por afinidad, amistad, vinculación partidista o patrocinio recibido.

Ante este panorama los dirigentes políticos, los líderes de opinión y en mayor grado los elegidos en el ejecutivo y legislativo, deben hacer un ejercicio de análisis e implementar estrategias para recuperar la confianza de la ciudadanía. Este término corre el riesgo de desgaste en su significado por el uso indiscriminado del que ha sido objeto tanto en campañas publicitarias como en lemas de planes de gobierno incoherentes.

Ante este diagnóstico van las siguientes consideraciones como aporte a la reflexión:

En el libro “Alguien tiene que llevar la contraria” escrito por Alejandro Gaviria, se cita a Estanislao Zuleta, filósofo y pedagogo colombiano fallecido en 1990, crítico con argumentos del proselitismo político y analista de la democracia. Según Zuleta, “en el desarrollo progresivo de la democracia es necesaria una afirmación positiva, no una afirmación resignada.” “una de las virtudes menos democráticas es la resignación, una de las más democráticas es la esperanza”.

La afirmación positiva citada por Zuleta, tiene al menos tres elementos:
a) No hay verdadera democracia sin posibilidades reales para todos.
b) Tampoco hay democracia sin participación del pueblo, no solo en el gobierno sino sobre todo en la transformación de su propia vida.
c) No hay democracia sin diálogo. “Salir del maniqueísmo es una de las exigencias de la democracia”

Se debe empezar por reconocer la pluralidad de pensamientos para que a través del disenso se pueda construir el consenso. Esto implica la renuncia a intereses egoístas tanto personales como partidistas, ya que el fin último y principal deberá ser el bienestar de los habitantes de Salamina. Recomponiendo la conducta individual se impacta la social. “La democracia no solo se ejerce en las urnas, sino también en el constante escrutinio de aquellos que han sido elegidos para servir” escribió en el diario LA PATRIA de Manizales, el 30 de noviembre de 2023, el columnista Juan Alvaro Montoya, a quien cito y reconozco la oportunidad de su sentencia.

La actitud de los ciudadanos debe pasar de la resignación a la acción y a partir de allí, al aumento de su poder de vigilancia en las decisiones que comprometen su futuro.

El reconocimiento de la legitimidad institucional va de la mano de la percepción y valoración de la ciudadanía por el ejercicio del poder por parte de sus representantes. Esto refuerza o debilita un elemento fundamental que es la confianza, (ya mencionada). El resultado ganador en una elección es condición necesaria pero no suficiente para legitimar un gobierno; las acciones de la administración deben acercar al ciudadano para convertirlo en protagonista central de su propio desarrollo. Ya lo repiten los analistas y expertos en asuntos de políticas públicas: “Los gobiernos tiene mucho que ganar en confianza, apoyo y colaboración por parte de los ciudadanos si los incluyen de alguna forma en sus decisiones”.

Posdata: En consonancia con lo escrito y validados los informes de gestión de los primeros cien días de las administraciones locales va una recomendación para el alcalde de Salamina. Luego de sondeos con diferentes personas del municipio, perciben un gobierno mas preocupado por lo cosmético que por la acción. El argumento del espejo retrovisor está pasado de moda y pega menos cuando se representa el continuismo; conviene afrontar el resto del primer año con acciones donde sea protagonista principal y en temas pertinentes. Piden una administración para el ciudadano y no para los partidos. Suponemos que se refieren a los de su coalición. Todo está por hacerse máxime con el bicentenario como gran marco de respaldo.

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