Por: Luis Guillermo Velásquez Márquez
Me preocupa una corriente que viene creciendo en Salamina sobre el tema patrimonial. Un grupo de propios y extraños consideran que el tema patrimonial es más el daño que el beneficio que le ha hecho a Salamina. ¡Qué horror!, no conocen la historia. “Un pueblo sin historia es un pueblo sin alma”. Me inquieta tanta ignorancia al respecto entre dirigentes, concejales, ciudadanía al no conocer todo lo concerniente con el patrimonio nacional y mundial compilados en varias leyes entre ellas 163 de 1959, la 1185 de 2008 que incluyen muchos beneficios tanto para propietarios de inmuebles patrimoniales como para los entes municipales donde se encuentran ubicados. El Plan Especial de Manejo y Protección (PEM) les da herramientas muy favorables a los funcionarios territoriales de esas áreas patrimoniales para acceder a múltiples beneficios como estratificación, predial, acceso prioritario a recursos del presupuesto nacional, proyectos de redes subterráneas, soterramiento de cables, mejor infraestructura de servicios y en vías, seguridad, educación etc. Lo triste es que ninguna autoridad hace valer las normas vigentes aplicándolas con buenos y reales proyectos viabilizados ante el gobierno nacional, departamental, organismos internacionales, regionales etc.
Pregunto: destruyamos todo el complejo patrimonial existente y construyamos edificios modernos como el palacio de justicia o esos adefesios en ciertos lugares parecidos a tanques de agua con ventanas a ver cuántos turistas llegan a Salamina. Alteremos el Parque de Bolívar y construyamos una media torta y llenémoslo de casetas de venta de morcilla y algo más dejando estacionar buses, camiones, camperos públicos a ver si se vuelve a ver un turista llegan a Salamina.
Falta mucho interés y una buena asesoría en Planeación Municipal para acompañar a los constructores, maestros de obras con el fin de hacer bien las cosas
Yo hice parte de la Junta Municipal de Patrimonio de Salamina y pude demostrar que es falso que no se permite cambiar una tabla. Allí se tuvo capacidad de estudio y análisis de muchas licencias de restauración dándosele trámite ágil y con buenas recomendaciones, reuniéndonos cada mes. Ciertas licencias por ser de intervención especial se enviaban al Ministerio de Cultura para su trámite el cual no demoraban más de 2 meses su aprobación. El propietario requiere asesorarse bien de profesionales respetuosos y conocedores de la importancia de nuestra arquitectura patrimonial. Los críticos nos han echado muchos cuentos falsos.
Europa vale por los «ranchos viejos» en Paris, en Roma, Viena, Londres, Madrid, Lisboa, Atenas, etc. que los cuidan como cuidando sus ojos, tienen historia y por eso son regiones y ciudades con gran afluencia de turistas de todo el mundo dejando miles de millones de dólares o euros al PIB de cada país que cuida su patrimonio histórico.
Se les olvida a estos individuos que Salamina tiene historia, por cierto muy grande e importante, reflejada en esos » ranchos viejos» como suelen llamarlos irónicamente, que nos dejaron nuestros abuelos a través de una elegante y exquisita riqueza arquitectónica que afortunadamente se conserva en buena parte.
Me siento orgulloso de haber sido alcalde dos (2) veces, de esta extraordinaria, elegante, culta y exquisita municipalidad, como es Salamina donde goberné con un enorme sentido de pertenencia y fui un verdadero un gerente en lo público, haciendo respetar y recuperando ese legado cultural, social, académico, y patrimonial, que nos dejaron nuestros mayores.
Llevo casi 30 años de haber sido Alcalde de mi bella Salamina «Tierra buena» desplazándome para Bogotá donde tengo mi residencia a seguir con mis actividades de abogado administrativo y desde entonces he querido contribuir con todas las administraciones que han pasado por Salamina, aportando mi experiencia, conocimiento, academia y buenas relaciones públicas; pero todo ha sido en vano, la politiquería, los celos, la envidia, los prejuicios, el parroquialismo y la prevención, lamentablemente no han dejado. Mi interés de cooperar se ha frustrado no obstante llevar en Bogotá cerca de 27 años y estar por encima del bien y del mal.
Estoy dispuesto a asistir a un debate público con toda la altura y respeto en compañía de personalidades conocedoras máximas del tema con Raül Gutiérrez Echeverri, Beatriz Echeverri Gomez, Gonzalo Duque Escobar, Jorge Enrique Robledo Castillo, Carlos Ocampo, Juan Manuel Sarmiento, Alberto Escobar White entre otros para demostrar lo equivocado que esta ese grupo de personas que quieren destruir el patrimonio salamineño.
Los primeros en atender el llamado deben ser los concejales y dirigentes quienes muchos de ellos me han señalado como el destructor del progreso de Salamina por ser defensor y gestor de la declaratoria de Salamina Patrimonio Nacional y Cuna del Paisaje Cultural Cafetero Patrimonio de la Humanidad ante la UNESCO.
Muchos argumentan que el costo de vivienda en Salamina se debe a esta declaratoria, falso de toda falsedad, no tengo la culpa que después de mi segunda alcaldía no se hubiese proyectado la construcción de vivienda popular ni de otro tipo para evitar encarecer el valor de esta. Allí hasta 1997 donde entregué la Alcaldía se construyeron en mi administración el barrio Fundadores, Plan de vivienda La Cuchilla, Pinares del Tachuelo, Las Américas etc. jamás se ha vuelto a realizar gestión para este fin, mucha falta de interés de alcaldes y gobernantes.
Quisiera que los salamineños tuvieran a bien hacer un análisis objetivo y comprobar si falta gestión y liderazgo por parte de alcaldes, dirigencia pública y privada para aprovechar la normatividad legal existente sobre la protección al patrimonio de Salamina.
Tenemos que volver a rescatar nuestros valores y evitar que propios y extraños quieran destruir nuestra hermosa y enorme riqueza histórica y patrimonial de esta importante tierra, orgullo de caldenses y colombianos. Nos falta mucho sentido de pertenencia hay que recuperarlo.
Hay que armonizar un Plan Municipal de Desarrollo para encuadrar la zona urbana patrimonial bien conservada y protegida con un Salamina moderno de avance hacia el futuro con áreas cómodas habitacionales, residenciales, comerciales, industriales respetuosas del medio ambiente, buena infraestructura vial, de servicios, recreacionales, culturales, académicos para hacer una municipalidad competitiva y bien agradable.
Mas compromisos se requiere de los gobernantes y ciudadanía.