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Timoteo, Chismes en la Cigarra… Entrega del Jueves sin Verguenza

Aquí vienen los Chismes de Timoteo en La Cigarra – Edición Bicentenario sin Vergüenza, con más sazón y picante! ahora con más carnita, como el chicharrón de la Escuela Taller. Agárrese de la hamaca y disfrútelos uno por uno:
El Andén de la Chiflada: Resaca con Dolor de Nación

Dicen por ahí, y lo repiten con eco en la calle Real, que una madrugada de esas bien patrimoniales el alcalde terminó no en su despacho, ni en su humilde hogar, sino en el andén de la Chiflada, abrazado del frío empedrado y de un guayabo digno de novela. La escena era digna de Netflix criollo: una señora, que algunos aseguran es su madre, trataba de arrastrarlo, suplicándole entre lágrimas y regaños que se incorporara, mientras él murmuraba cosas como “es el bicentenario, déjenme celebrar”.

El motivo oficial de su ausencia al día siguiente fue un “dolor de espalda”, pero lo que dolía en realidad era el escarnio. Y es que no hay pomada para la vergüenza ni suero que cure un puesto público mancillado. ¿La cultura? Bien gracias, embriagada también.

La Escuela Taller: Del Patrimonio al Parrandón

No conforme con el desfile de excusas y el festival de filtros en redes, el alcalde organizó una última función: un fiestón privado en la Escuela Taller, ese lugar que debería ser templo del saber ancestral, pero que terminó convertido en sucursal del infierno politiquero.

Se sacrificaron tres marranos (que, entre nosotros, terminaron con más dignidad que muchos funcionarios), se sirvieron 15 cartones de aguardiente, y se proclamó una regla dorada: “Prohibido el uso de celulares”. ¿Miedo a la viralización o vergüenza previa?

El discurso fue corto pero predecible: se agradeció a los contratistas de confianza (los que aguantan sin chistar), se cantó una ranchera, y en medio del guaro, el alcalde alzó su copa y, como en una telenovela, anunció con voz dramática:

—»¡Lina, tú serás nuestra nueva provisionalidad!»

Y así, con pestaña postiza aún intacta, Lina Peláez fue premiada no por su hoja de vida, sino por su lealtad incondicional y su aguante en las parrandas oficiales.

El Decreto del Descaro: Sábado Libre para la Resaca

Los ciudadanos madrugadores quedaron perplejos al ver el Palacio Rosado cerrado el sábado posterior al fiestón. ¿Feriado nacional? No. ¿Homenaje al prócer? Tampoco. Era simplemente un “decretico” firmado por el mismo alcalde, declarando día no laboral.

La razón no la dijo, pero todos la sabían: la administración entera estaría enguayabada, con la lengua seca y el hígado pidiendo auxilio.

Los pasillos del poder huelen más a taberna que a civismo. Porque si hay algo que esta alcaldía ha sabido manejar con precisión, es la logística del desmadre.

Lina Peláez: La Reina de la Lealtad

Nadie sabe exactamente qué hace Lina Peláez en la administración, pero todos saben que nunca falta a una fiesta, ni a un brindis, ni a una foto con el alcalde.

Su nombre empezó a sonar con más fuerza después de aquel episodio legendario en que, según varios testigos, casi deja inválido al “enano” en plena celebración pública. Pero lejos de ser una sanción, ese episodio fue su trampolín.

Hoy Lina ostenta su cargo con orgullo y labial rojo permanente. ¿Experiencia? No mucha. ¿Estudios? No muy claros. Pero ¿aguante y lealtad? ¡De sobra!

En Salamina, parece que la única meritocracia es la capacidad de bailar con tacones hasta las 5 a.m.

El Turista y la Fotico de la Vergüenza

Uno de los momentos más tristes —o más cómicos, según desde dónde se mire— ocurrió la semana pasada, el viernes a las 6:10 a.m. frente al parque principal. Un turista, que se hospedaba frente a la taberna más popular del pueblo en la Chiflada, se asomó al balcón para tomar una postal del amanecer niguatero.

Pero lo que capturó no fue lo hermoso de nuestro parque, ni la niebla romántica de Salamina. Lo que inmortalizó su cámara fue al mismísimo alcalde tirado en la vereda, como si hubiera librado una batalla contra sí mismo… y perdido.

Una señora —que muchos reconocieron como su madre— trataba desesperadamente de levantarlo. El turista, confundido pero divertido, tomó la foto.

¿La tiene guardada? Claro. ¿Se la mostró a Timoteo? ¡También! Pero no se publica por ahora, a pedido del editor, porque como dicen los chismosos, “la venganza es un plato que se sirve con filtro y buen timing”.

Los Cancilleres del Hashtag

Uno esperaría que los autodenominados “cancilleres del bicentenario”, Fabian López y Pimbi, fueran embajadores de cultura, portadores de historia, gestores de encuentros. Pero no. Aquí los “cancilleres” solo sirvieron para alimentar las redes sociales con selfies y frases motivacionales, pero no aparecieron ni a cargar una silla ni a gestionar una limonada para los invitados.

Ni colaboraron con los actos, ni dieron luces para la organización. Su mayor logro fue conseguir likes en publicaciones insípidas. Y eso sí: vestiditos de gala, con banda tricolor cruzada como si fueran Miss Simpatía.

La Falsa Fachada: Monumento al Despropósito

La “obra” en la zona del incendio fue una fachada que no convenció a nadie, ni a turistas ni a locales. Costó casi 40 millones y no solucionó nada. Peor aún: tiene que ser retirada por mal uso del espacio público.

Ahora los propietarios piden explicaciones. ¿Quién responde por ese despilfarro? Nadie.

Porque aquí, el verdadero arte es hacer desaparecer el presupuesto sin dejar rastro… excepto el de la vergüenza.

Luis Díaz: El Antialcalde

Mientras Salamina se desmoronaba entre fritanga y chismes, Luis Díaz, el crack guajiro del Liverpool, daba ejemplo: se casó y pidió que sus regalos fueran sobres con dinero para su fundación.

Esa plata irá a canchas, ligas infantiles, programas sociales y sueños de muchos niños de La Guajira.

Un verdadero líder. Un hombre que celebra dando, no tragando.

Un contraste tan grande que uno no sabe si reír o llorar.

Aquí se celebró el Bicentenario con borracheras, allá se celebró el amor con esperanza. Y así nos va.

Y esperemos el sábado a Mercurio y el Lunes al “Negro Teban” a quien le damos la bienvenida, felicitaciones al editor por esta nueva alianza.

4 respuestas

  1. Me encanto todo lo que leí que bueno desenmascarar tanta porquería y sacarla a la luz soy muy salamineno y me duele el comportamiento y la falta de profesionalismo de nuestros mandatarios,que pena q falta de finura!

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