Por Vladimir Ilich Ulianov
Hace poco más de un año, se sancionó la ley 2349 de 2024 mediante la cual la Nación se asocia a la celebración de los 200 años de fundación de Salamina. En su articulado, el Congreso y el Gobierno Nacional se comprometen a designar unas comisiones para «rendir honores» a la ciudad en el bicentenario de su fundación, que deben estar conformadas por representantes de los ministerios de Cultura, Comercio Industria y Turismo, así como de la Gobernación de Caldas y la Alcaldía de Salamina, para formular los planes, programas, estrategias y proyectos que sean necesarios para la identificación, caracterización, promoción y difusión de los usos costumbres, actividades artísticas y manifestaciones culturales que hacen parte de la identidad del pueblo salamineño, en concordancia con los Planes de desarrollo Nacional, regional y municipal.
A partir de la promulgación de esta ley (8 de febrero de 2024) el gobierno nacional está autorizado para asignar recursos del Presupuesto General de la Nación o mediante el Sistema de Cofinanciación, las partidas presupuestales necesarias para financiar y cofinanciar las siguientes obras de infraestructura de utilidad pública y de interés social que promuevan el desarrollo local y regional:
1. Restauración del teatro municipal
2. Pavimentación del Parque Principal de San Félix
3. Apoyar y promover los emprendimientos del municipio, especialmente de jóvenes y mujeres, mediante formación y capacitaciones que les permitan mejorar sus técnicas, productividad, sostenibilidad y rendimiento.
Además de la financiación de productos audiovisuales que exalten las características demográficas, sociales, culturales, históricas y económicas del municipio.
A 1 año de la promulgación de esta ley que acabo de resumir ¿en qué van las cosas? ¿En qué van las gestiones de la alcaldía para poner a punto la celebración del bicentenario?
¿Nos puede contar el alcalde cuál es la «gran obra» que le entregará el Gobierno Nacional a Salamina en su bicentenario? ¿Nos puede contar el alcalde Manuel F. cuál es la gran obra con que la Gobernación de Caldas nos agasajará en tan importante efemérides? ¿Nos puede contar el alcalde Giraldo qué le dejará a Salamina para la posteridad en la celebración del bicentenario?
Estamos a menos de 4 meses de los días centrales de la celebración y no conocemos nada, no vemos ningún movimiento, solo fotos, propaganda, visitas y reuniones que, a juzgar por lo visto hasta ahora, resultan intrascendentes.
¿Qué frutos ha rendido el lobby que han hecho en Bogotá los amigos del alcalde? ¿Qué gestiones se han hecho desde la alcaldía para vincular a la bancada caldense en el Congreso al looby que ellos bien saben hacer ante las dependencias del gobierno nacional?
Detengámonos en las obras que se describen en la llamada «ley de honores» del Congreso y hagamos un poco de historia:
1. El Teatro Municipal: durante la administración de Juan Pablo Ospina Rosas se ejecutó un contrato por valor de 446 millones de pesos para consultoría de estudios técnicos y proyecto de restauración integral del lugar, contrato que analizamos en este espacio (editorial del 9 de octubre de 2021 titulada AUTOCENSURA). Luego, el pasado mes de noviembre, ya como alcalde Manuel F. Giraldo, el gobernador Henry Gutiérrez se comprometió con 5 mil millones de pesos. Según proyecciones hechas por el Ministerio de Cultura desde el 2022, el proyecto de rehabilitación del teatro cuesta alrededor de 8.700 millones de pesos. Hoy, tres años después, a menos de 4 meses de la celebración del bicentenario, está en veremos; desde ya podemos decir que ni para el próximo 8 de junio, ni para el final de este 2025, y me atrevo a decir que ni para el 2027 cuando termina su alcaldía Giraldo Gutiérrez, tendremos en funcionamiento el añorado Teatro municipal. Ojalá me equivoque.
2. Pavimentación del parque de San Félix: curiosamente se incluye como obra para el bicentenario, pero en realidad fue una obra que se llevó a cabo mayoritariamente durante la gestión del alcalde Ospina Rosas. Lo que le tocó a la actual administración fue la terminación de unas obras que venían en marcha y la culminación del Centro Día. Entonces, se reconoce el esfuerzo, la gestióm y el sentido social de la obra, pero no puede ser presentada como una «obra Bicentenaria»
Impacto Social
Hasta hoy, la gran obra de la alcaldía de Manuel Fermín Giraldo Gutiérrez es la iluminación del Estadio Manuel S. Gómez; una inversión de 500 millones de pesos vía Regalías. Una obra con un notable impacto social puesto que redunda en un mayor uso en horas nocturnas, impulsa el deporte local, una gran alternativa para la ocupación de los jóvenes, mejora la calidad de vida, incentiva una participación cultural y social por parte de la comunidad, así como la dinamización del desarrollo económico del sector y de la ciudad en general, mejora la seguridad en la zona vivificando un sector históricamente solitario y oscuro. Esta obra es un acierto de la administración municipal que, sin contratiempos, deberá estar terminada entre abril y mayo de este año.
Hay más obras con impacto social en la alcaldía del bicentenario que sin duda mejoran la calidad de vida y la agilidad en la atención a la comunidad por parte de la administración municipal que no voy a dejar de resaltar porque debemos ser ecuánimes en el análisis:
Se dotó el municipio de maquinaria menor: hidrolavadora, vibrocompactador, cortadora de concreto, mezcladora, roto martillo, pulidora y motocarguero, avaluadas en $115 millones, adquirida con recursos propios, lo que le da al municipio la capacidad de reducir costos administrativos asociados a contratación pública. Ojalá sean utilizados con criterios de eficiencia y moralidad administrativa.
La calle de la galería, carrera 6 entre calles 9 y 10, una completa obra en convenio con Empocaldas que incluye cambio de redes de acueducto y alcantarillado y reposición de capa asfáltica, una zona álgida por el tráfico, la afluencia de gente y el carácter comercial que se encontraba en un notable deterioro y que tuvo un Costo De $700 Millones, Otra Obra Con Impacto Social.
En Deuda
Además del teatro, no se avisora una solución para el tráfico vehicular que circula hacia Pácora y Aguadas, no se formula un proyecto de histórica necesidad para Salamina como es una eventual variante para evitar que los vehículos que transitan hacia el norte del departamento tengan que atravesar el centro de Salamina.
Amigos y lectores, activos participantes en la construcción de estas editoriales apuntan:
-Crear una Secretaría de Cultura y Turismo que dinamice y reenfoque este renglón de la economía local.
– Reorganización de la caótica movilidad en el casco urbano, tema planteado en el Esquema de Ordenamiento Territorial (EOT) e ignorado por Administración y comunidad
-¿Está condenado a la ruina un emblema de nuestra arquitectura republicana ( no colonial) como lo es el edificio de La Normal?
-¿Para qué se utiliza la llamada Fonda de la Arriería?
-Ahora, con la intervención de la principal calle de la Galería se debe plantear una profunda reorganización de la Plaza de Mercado y el subutilizado (y privatizado) pabellón de verduras.
– Es una vergüenza que un pueblo con el flujo turístico de Salamina, aún no tenga una Terminal de Transporte formal y digna.
-El «monumento al farol» no es más que un derroche de hierro, plata y mal gusto, más de mil millones de pesos mal gastados
Es un emblema que poco trasciende y en nada representa este bicentenario. Se pudo haber logrado mayor impacto social con esos recursos, mil millones es un «bocato di cardinale» para dos administraciones.
Estos, y otros, sin duda, deberán ser ya proyectos «postbicentenarios». Amables lectores, incluyan sus proyectos, ¿qué necesita Salamina? ¿Qué percepción tienen de la preparación del bicentenario?
Adenda
Si hace años pretenden convencernos de que Colombia padece el «castrochavismo», yo creo que ya podemos hablar de «uritrumpismo»… a ver qué resultará más peligroso… o más cómico
2. ¿Habrá camino para recuperar la alegría de un cambio?… «Capitis deminutio»
Obituario
1.Aunque algunas semanas han pasado desde su fallecimiento, no quiero pasar por alto en estas líneas el recuerdo de uno los salamineños más brillante dell último tiempo, el abogado Aurelio Tobón Mejía, doctor en Derecho Canónico, Procurador y abogado en los tribunales eclesiásticos del país, fue embajador de Colombia ante la Santa Sede, personaje de altísimas cualidades académicas, profesionales y humanistas, austero, reservado ylejano a la pompa. Debe Salamina exaltar su memoria y enseñarlo a las nuevas generaciones. Sentidas condolencias a su familia.
2. Me uno a los sentimientos de tristeza por el fallecimiento de Cecilia Peláez Mejía, sin duda su desaparición asombra y acongoja. Mi recuerdo y deseos de paz, tranquilidad y sosiego a sus hijos, nietos y familiares.