
Bueno es empezar con una de mis frases favoritas y que consigné en la portada de libro VINO Y POESÍA:
“Vino y Poesía son mi pasión, poesía en demasía y con el vino moderación”.
Escribí además que el vino como la vida son para vivir y disfrutar, pero que ambas cosas debemos hacerlas con pasión.
Hacerlo con pasión, no es ni mucho menos beber demasiado para vivir mejor, es saber combinar el buen vivir con el buen beber.
Un buen vino en el sitio y momento oportuno, en cantidad moderada y con la compañía adecuada, irradia en nuestros corazones la pasión por el vino y nos anima a continuar buscando el elixir de la vida.
Las Sagradas Escrituras nos enseñaron que el vino “es el fruto de la vid, planta que produce la uva”. A través del vino, en la última cena, Cristo Jesús quiso consagrarse entre los hombres: “este es mi cuerpo y esta es mi sangre, y quien come de el y beba de ella, no morirá para siempre”. A partir de ese momento, se dignificó e inmortalizó a el vino.
Luego, el mismo Jesús en Las Bodas de Caná, enaltece el vino al convertir la tinajas de agua en vino.
El famoso poeta persa Omar Khayyam, mirando las estrellas en Khorasam escribió: “cuando Dios bendijo el agua, se transformó en vino y cuando bendijo el vino, se transformó en sangre”.
Innumerables estudios sobre los efectos del vino en la salud de las personas han realizado las principales universidades y centros de investigación del mundo. Los resultados son extraordinarios:
La uva es un antioxidante , elimina los radicales libres que oxidan el cuerpo y aceleran el envejecimiento.
La uva ayuda al aumento de los glóbulos rojos, en la piel y semillas se encuentra el antioxidante resveratrol, así como la vitamina D y sales minerales que contribuyen a la vasodilatación por relajación muscular.
Si aceptamos que el vino es saludable para el cuerpo y para el espíritu, deberíamos considerar muchas razones para consumirlo con moderación.
Los estudio son concluyentes en los siguientes beneficios:
– Disminuye el índice de diabetes y problemas epáticos
– Disminuye los riesgos de ataques cardíacos
– Mejora la circulación de la sangre, importante para el cerebro y los pulmones.
– Inhiben encimas prolil endopeptidasas responsable del alzheimer.
– Mejora el metabolismo
– Ayuda a prevenir caries dentales, enfermedades de encías y dolor de garganta.
– Baños y masajes con vino (vinoterapia) son excelentes para la piel.
El vino tinto tiene un compuesto natural llamado ácido elágico, que podría ayudar a prevenir enfermedades tan graves como el cáncer.
El ácido elágico es un polifenol, que por sus propiedades antioxidantes (ayudan a proteger nuestras células contra el daño causado por los llamados radicales libres), pero también se ha descubierto que ayudan a que se autodestruyan las células cancerígenas.
En conclusión, mi recomendación es una copa de vino tinto diaria, acompañada de una alimentación balanceada y buen ejercicio físico.
De mi libro POR UNA COPA DE VINO el siguiente poema:
VINO Y SALUD
Beber buen vino,
beber con control.
Esto es buen beber,
salud y resveratrol.
¿Qué el vino es salud?
tienen toda la razón,
me alegra la comida,
me fortalece el corazón.
Controlar el alzheimer,
mejorar la memoria,
virtudes del vino,
escribe la historia.
Una copa diaria,
es la recomendación,
nos previene el cáncer,
beber con moderación.
Para caries y garganta,
no hay como un vino,
en una copa de cristal,
bajo de alcohol, alto de tanino.
En la boca un manjar,
en masaje amigo fiel,
el vino con su fuerza,
embelleciendo la piel.