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El Rincón de Timoteo: Los Chismes de Timoteo desde La Cigarra

El Rincón de Timoteo denuncia chismes, censura digital, manipulación política y corrupción en eventos públicos de Salamina. Critica al alcalde, defiende la libertad de expresión y reivindica la labor de Eleuterio como cronista ético, incómodo para el poder pero firme en su verdad.

Bueno, mis queridos, aquí les traigo lo que se oye por las calles, en las cantinas y en los cafecitos de Salamina. Y ya saben: lo que yo digo no es la verdad revelada, son chismes, lo que se comenta por ahí. Porque este pueblo es bien chismoso… o mejor dicho, bien comunicativo. Y como dice el dicho: “el que calla, otorga”. Si lo que cuento es mentira, ¿por qué el modelito del Palacio Rosado no pide rectificación con el mismo bombo con que se regó el cuento? Eso, según me sopló un exalcalde, está en la mismísima Constitución de este sufrido país.

Ahora, no crean que yo suelto todo lo que escucho. Hay cosas tan feas que me las tengo que tragar, y créanme que eso da una acidez brava. Pero aunque no lo crean, yo también tengo mi ética. Guardo muchas en mi mochila, y el día que se me reviente la paciencia… ¡las suelto todas de un totazo, y que venga lo que venga!

Y aquí va lo bueno: dicen que el alcalde anda muy orgulloso de su oficina de propaganda, que lo respalda en todo, hasta en hablar con los administradores de portales de Facebook pa’ que no publiquen lo nuestro. ¡Ave María, qué pecado! Eso es delito, señores. Y yo, que soy más curioso que gato en carnicería, me puse a averiguar. Y vea pues: ya hay uno que confesó. Estoy esperando que me llegue la declaración autenticada por notario pa’ poner la denuncia. Y cuando eso salga a la luz, más de uno va a volar al zarzo… y ahí sí van a tener que cantar quién dio la orden. Y de pasadita, vamos a saber quién contrató a los hackers y quién metió la mano pa’ tumbar la página web. Ese día se arma la de San Quintín, y yo voy a estar en primera fila pa’ contárselos. Esto lo hago por mi cuenta pa ayudarle al dueño del chuzo que no es justo que Salamina le haga daño a quien por tanto tiempo se ha preocupado por mostrar a Salamina a nivel nacional e internacional.

Y no me hagan hablar del reinado, que ahí hay más negocio que en feria de marranos. Que cada candidata tenía que pagar pa’ inscribirse, que si Miss Cali, que si Miss Caquetá… ¡pero si esas regiones ni son del Paisaje Cultural Cafetero! Yo mismo me fui pa’ una salita de internet en la Calle Real, porque yo no tengo dónde escribir, y busqué qué era eso del Paisaje Cultural Cafetero. Y vea lo que encontré: que solo son Caldas, Quindío, Risaralda y el norte del Valle y son 51 municipios que conforman el PCCC y pregunto ¿solo 14 candidatas se inscribieron? ¿muy cara la inscripción? Entonces, ¿qué pintan Cali, Caquetá, Huila, Nariño o Cauca? Eso es puro negocio, y ¿el alcalde se dejó meter el dedo a la boca?.

Y pa’ rematar, las fotos de las niñas todas mal rotuladas: apellidos en minúscula, palabras en inglés mezcladas con español, y a nuestras colombianitas les dicen “Misses”. ¿No sería más correcto decir Señorita Santiago de Cali, Señorita Cauca? Ojalá alguien consiga en el SECOP el contrato de la logística a ver cuánto de nuestros impuestos se fue en este monumental negocio, porque ahí debe estar la papa. Ojalá haya venido mucha gente a Salamina este fin de semana.

Por ahí andan diciendo que salió otra de esas encuesticas de redes sociales y, vea pues, el modelito sigue apareciendo como si fuera de las personalidades más queridas del departamento. ¡Ave María! Solo lo superaron el alcalde de Manizales y el gobernador de Caldas. Claro, Pichi es un berraco profesional y buena persona, lástima que se haya metido en el corral equivocado, en el de las “marionetas” de Mario Castaño, que ahora las mueve Octavio Cardona.

Y hablando de marionetas, me llegó el runrún de que a don James Peña le metieron diez añitos de condena, si la memoria no me falla. ¡Diez años, papá! Y ya que estamos en esas, habría que preguntarle a don Eleuterio si por fin le soltaron la platica de la Escuela Taller y si el alcalde le terminó de pagar la famosa guía turística. Eso sí, larguita y pesada pa’ leer, pero un trabajo de primera.

Por ahí me llegó el runrún de que a Eleuterio lo detesta medio pueblo, dizque porque no hace sino despotricar de Salamina. ¡Ajá! ¿Y cómo no lo van a detestar si el mismísimo alcalde se la pasa echándole veneno, hablando peste de él y mandando a sus amiguitos a desprestigiarlo? Que le pregunten a Faco, que hasta Mafe le sopló lo que tenía que escribir en redes. Pero les digo una cosa: Eleuterio sí denuncia y opina, pero con la verdad en la mano. Y yo me pregunto lo mismo que ya dije antes: si todo lo que él publica fuera mentira, ¿por qué el modelito no pide públicamente una rectificación, como lo ampara la Constitución? Ah, pero no… calladito se queda, porque el que calla, otorga.

Y pa’ cerrar con broche de oro, vi en un grupo de WhatsApp que nos compararon con pasquines. ¡Ave María! Señor editor, este es un medio de comunicación serio. Hágase respetar. Y si usted no puede, déjeme a mí, que yo sí soy capaz de hacerlo… así, por las buenas. Jajajajaja.

Atendiendo la amable y respetuosa solicitud de un buen amigo del Café La Cigarra, quien me hizo ver que el nombre de la sección en La Revistam estaba generando incomodidad —pues muchos decían que no entraban a ese café porque allí solo iban chismosos— he decidido hacer un cambio. Puede que tenga razón. Por eso, seguiré siendo Timoteo, pero ya no volveré a entrar a La Cogarra. Desde ahora, seguimos con El Rincón de Timoteo, y le dejo la tarea al editor para que me cree otra imagen que acompañe esta nueva etapa.

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