
Manizales, octubre de 2025. En el corazón del Eje Cafetero, entre montañas que guardan memorias y voces que resisten al olvido, se vivió un momento político y ético de profunda resonancia. La ciudad de Manizales fue escenario de una reunión que congregó a los candidatos juveniles del departamento de Caldas, comités municipales del Nuevo Liberalismo y figuras clave del movimiento galanista. El diputado Luis Alberto Giraldo, el representante a la Cámara Juan Sebastián Gómez y el precandidato presidencial Juan Manuel Galán compartieron reflexiones, propuestas y compromisos con una ciudadanía que exige coherencia, dignidad y futuro.
La presencia de Galán no fue solo protocolaria. Fue un acto de reafirmación política, un gesto de cercanía con las juventudes que hoy se organizan para transformar sus territorios desde el consejo, la palabra y la acción. En su intervención, el precandidato trazó los pilares de su plataforma presidencial, una propuesta que se distancia de los extremos ideológicos y se ancla en la lógica, la legalidad y la legitimidad institucional.
Una política basada en la ética y la coherencia
Juan Manuel Galán ha insistido en que Colombia necesita una política que recupere el sentido ético, que se aleje del clientelismo y la cultura mafiosa que han corroído las instituciones. En Manizales, reafirmó su compromiso con una visión de Estado que respete la ley, que promueva la transparencia y que devuelva la confianza a los ciudadanos.
“No se trata de prometer lo imposible, sino de construir lo necesario”, expresó Galán ante los jóvenes. Su propuesta no busca el espectáculo ni el populismo, sino el fortalecimiento de una democracia deliberativa, donde la participación ciudadana sea el eje de las decisiones públicas.
Uno de los puntos más sensibles de su plataforma es la reforma al sistema de salud. Galán propone medidas de choque para salvar la red hospitalaria, garantizar la liquidez de las EPS y asegurar el acceso digno a la atención médica. Su enfoque no es privatizador ni estatista, sino funcional: busca que el sistema responda a las necesidades reales de los colombianos, especialmente en zonas rurales y marginadas.
En este sentido, su propuesta se conecta con las luchas territoriales por el derecho a la vida, la salud y el bienestar. En Salamina, donde la memoria cafetera se entrelaza con la resistencia comunitaria, estas ideas encuentran eco y respaldo.
Galán ha sido claro: la corrupción no se combate solo con leyes, sino con cultura política. Por eso, su plataforma incluye el fortalecimiento de los mecanismos de control institucional, la rendición de cuentas y la promoción de una ciudadanía activa y vigilante.
En Manizales, ante los candidatos juveniles, insistió en que la ética pública debe ser el fundamento de toda acción política. “No hay transformación sin integridad”, dijo, recordando el legado de su padre, Luis Carlos Galán, asesinado por defender una Colombia libre de mafias y de pactos oscuros.
Otro eje de su propuesta es el blindaje democrático. Galán defiende procesos electorales libres, seguros y transparentes, incluso en contextos de violencia. Su visión incluye la protección activa de los derechos humanos, la equidad territorial y el respeto por la diversidad cultural.
En el encuentro de Manizales, se destacó la importancia de los consejos juveniles como espacios de formación política, de liderazgo ético y de construcción de paz. Los jóvenes de Salamina, reunidos bajo el lema “Por Amor a Salamina (PAS)”, expresaron su respaldo a una causa que no es solo electoral, sino profundamente generacional.
Galán hace parte de la alianza ¡Ahora Colombia!, junto a Sergio Fajardo y el partido Mira. Esta coalición busca construir una alternativa política moderada, con vocación de diálogo, reformas estructurales y respeto por la institucionalidad.
Durante su intervención en Manizales, Juan Manuel Galán trazó una crítica lúcida al clima político actual, señalando que “lo que antes llamaban sectarismo hoy lo llaman polarización”, una forma de disfrazar la fragmentación del país bajo etiquetas que justifican el enfrentamiento. En medio de discursos extremos que dividen y radicalizan, Galán propone una alternativa ética y democrática, heredera del pensamiento de su padre, Luis Carlos Galán, quien soñó con una Colombia libre de mafias, clientelismo y miedo. “Ante esos extremos, alguien tiene que dar un paso al frente”, afirmó con firmeza, convocando a la ciudadanía a construir un centro político que no sea tibieza, sino valentía democrática. Ese paso al frente, como el que dio su padre en tiempos de oscuridad, hoy se convierte en llamado generacional: a resistir desde la legalidad, a transformar desde la coherencia, y a honrar la vida desde la política decente.
En Manizales, se reafirmó el compromiso del Nuevo Liberalismo con una política que no se deja arrastrar por los extremos, que no negocia con el miedo ni con la rabia, sino que propone desde la razón, la empatía y la justicia.
La reunión fue también un homenaje a la juventud organizada. Los candidatos a los consejos juveniles del departamento de Caldas compartieron sus propuestas, sus sueños y sus desafíos. Desde Salamina, Riosucio, Manzanares y otros municipios, llegaron voces que reclaman participación, respeto y oportunidades.
Galán los escuchó con atención, reconociendo que el cambio no vendrá solo desde Bogotá, sino desde los territorios, desde las veredas, desde los barrios. “Ustedes son la semilla de una Colombia distinta”, les dijo, en un gesto que fue más que simbólico: fue político, ético y poético.
El movimiento político-comunitario “Por Amor a Salamina (PAS)” se ha consolidado como una fuerza viva que articula procesos juveniles, culturales y ciudadanos desde el corazón del Paisaje Cultural Cafetero. Su respaldo al Nuevo Liberalismo nace de una convicción ética y territorial, donde la memoria, la participación y la dignidad comunitaria se entrelazan como pilares de transformación.
La causa galanista encuentra en PAS un aliado firme y coherente, un espacio donde la ética se convierte en acción, la memoria en propuesta, y la juventud en liderazgo. Desde Salamina, PAS impulsa una política que honra el legado de Luis Carlos Galán y proyecta un futuro justo, participativo y profundamente humano.
La visita de Juan Manuel Galán a Manizales no fue solo un acto de campaña. Fue una reafirmación de que la política puede ser decente, que la legalidad puede ser legítima, y que la juventud puede ser protagonista de la historia.
Desde Salamina, desde los cafetales y las calles de balcones floridos, se alza una voz que dice: ¡sí a la ética, sí a la coherencia, sí a la legalidad! Porque votar es resistir al olvido, y construir es honrar la vida.
