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Ni hackers, ni influencers, ni alcaldes nos callan desde la Cigarra

Desde la Cigarra, Timoteo desenreda los chismes, ataques y silencios que rondan Salamina. Ni la mano rosada, ni los hackers bogotanos, ni los influencers comprados logran apagar la voz de la Revista.

Los Chismes de Timoteo desde la Cigarra

Llegamos tarde esta semana, sí señor, pero no por flojos ni por andar de parranda. Llegamos tarde porque nos tienen en guerra digital, en cacería de brujas, en operación “¡callen a la Revista que está hablando mucho!”. Y como no pudieron con presiones parlamentarias ni con suspensiones de portales, ahora se fueron por la tangente: influencers salamineños con cara de santos y alma de tarifados, hackers bogotanos con dedos sucios y teclados prestados, y una mano negra que no da la cara, pero sí da órdenes desde el palacio rosado.

¿Y qué creen? Que nos vamos a quedar callados. ¡Pues no, señores! Aquí estamos, con la Revista viva y coleando, y yo, Timoteo, más lenguaraz que nunca. Porque si algo aprendí en esta tierra de cafetales y chismes es que el que calla otorga, y yo no vine a otorgar nada, vine a contar lo que otros esconden.

La cosa está que arde. El portal del señor Gómez, mi editor, lo quisieron tumbar como quien tumba una mata de plátano con machete prestado. Primero lo bloquearon, luego lo censuraron, y ahora lo quieren borrar de la red mundial como si fuera un meme incómodo. Pero no contaban con nuestra terquedad, ni con la solidaridad de los mompitas del San Fernando, que regresaron con sus chismes bien puestos y sus denuncias afiladas.

A esos mompas les mando un abrazo de cafetal y una invitación: sigamos juntos, que la lucha es larga pero sabrosa. Y si el portal necesita espacio para sus letras, aquí hay rincón, hay totuma, hay tinta y hay ganas.

Ahora, hablando de ausencias, nos preocupa el silencio de Vladimir, ese cronista de letras quincenales que nos tenía acostumbrados a sus editoriales como quien espera el sermón del cura los domingos. Ya son muchas semanas sin verlo escribir, y eso en Salamina se nota. Esperamos que esté bien de salud, que no sea la mano negra la que lo haya silenciado, y que pronto vuelva con sus palabras que pican como ají.

Y hablando de salud, desde este humilde café La Cigarra le mandamos un saludo al señor notario, que sabemos anda delicado. Doctor, recupérese pronto, que en Salamina se necesita gente que firme con decencia y sin miedo como usted.

Y ya que estamos en salud y memoria, permítame, señor Gómez, decirle algo desde este Café La Cigarra que usted conoce bien: los salamineños lo respetamos y lo apoyamos, porque sabemos quién es usted y de dónde viene. Usted me conoce desde pelado, y yo a usted también, que soy unos años mayor y testigo de su temple. Recuerdo como si fuera ayer aquel paro estudiantil que terminó con la construcción del Instituto allá en la Cuchilla, y aquel primer campeonato departamental de baloncesto que usted y Jorge Hernán Giraldo Neira organizaron en 1973, cuando Salamina vibraba con cada enceste. Recuerdo también cómo nos fajamos juntos para levantar las graderías de la cancha y traer las vigas que pusimos para la iluminación, con más ganas que presupuesto. Por todos esos recuerdos que no se borran ni con censura ni con hackers, Salamina estará siempre con usted. Lo apoyamos porque usted es un valiente, y sabemos que no se va a dejar vencer.

Ahora sí, pasemos al plato fuerte: el modelito del palacio rosado. Ese que se cree influencer sin seguidores, alcalde sin pueblo, y gestor sin gestión. Los mompas del San Fernando lo tienen en la mira, y con razón. Porque el famoso encuentro de Pueblos Patrimonio fue bonito, sí, trajo gente, movió el comercio, y hasta se vendieron empanadas con nombre francés. Pero los gastos, la programación, y la transparencia brillaron por su ausencia.

La oficina de prensa, que de prensa solo tiene el nombre y una cámara que parece pegada al alcalde como garrapata, no publica nada útil. Fotos y videos del señor alcalde y sus áulicos, eso sí, a montones. Pero informes, balances, datos, ni uno.

La página web oficial del municipio parece hecha por un primo del alcalde en vacaciones, sin cumplir ni una sola obligación legal. ¿Dónde está la información? ¿Dónde están los contratos? ¿Dónde están los gastos? ¡Dónde está la vergüenza!

Y ahora se viene el reinado nacional del Paisaje Cultural Cafetero, que nos cayó como bendición del Quindío. Pero ojo, que no se convierta en otro reinado del Bicentenario, donde se izó la bandera para unos pocos avivatos que se gastaron nuestros impuestos en coronas de cartón y discursos vacíos. Señor Gómez, confiamos en usted para que nos informe bien, con pelos y señales, con esa pluma que usted maneja tan bien y que la web oficial no se limite a mostrar la sonrisa del alcalde y el vestido de la reina.

Porque aquí, en Salamina, la información es poder, y el poder no puede seguir escondido detrás de fotos con filtro y comunicados sin alma. Queremos saber, queremos opinar, queremos denunciar. Y si la administración municipal no lo entiende, pues que se prepare, porque la veeduría ciudadana ya está en camino, y Timoteo será su vocero, su escribano, su chismoso oficial.

Así que a los amigos del San Fernando, les digo: no aflojen. Sigamos publicando, sigamos denunciando, sigamos escribiendo. Que la palabra es resistencia, y el chisme bien contado es más fuerte que cualquier decreto.

Hasta la próxima semana, desde esta Cigarra que no se calla, que no se vende, y que no se rinde. Y si quieren escribir, comentar, o mandar un insulto con cariño, háganlo a este correo que me obsequiaron los dueños del portal:
timoteo@salamina.com.co

Aquí los espero, con café cargado, lengua afilada y corazón salamineño.

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