
La verdad no se suspende: se defiende
Después de varios días de censura injustificada, Salamina.com.co ha regresado. Nuestra plataforma vuelve a estar activa, más firme y decidida que nunca, tras haber sido suspendida por orden del servidor, alegando una queja de origen gubernamental. La acusación: haber publicado noticias “ofensivas y falsas sin sustento legal”. Rechazamos de manera categórica esta afirmación. No solo desconocemos el origen oficial de dicha queja, sino que estamos convencidos de que se trató de una maniobra política impulsada por la actual administración municipal de Salamina, utilizando influencias y recursos tecnológicos desde Bogotá para silenciar voces incómodas.
Este hecho constituye un grave atropello a la libertad de expresión. La sanción impuesta, que se resolvió mediante el pago de una alta suma de dinero, revela el carácter arbitrario y coercitivo de la medida. ¿Desde cuándo se castiga la opinión con multas? ¿Desde cuándo se penaliza el ejercicio del periodismo independiente con la amenaza de desaparecer?
Ya hemos cumplido con los descargos exigidos y cubierto la sanción, gracias al respaldo de ciudadanos comprometidos con la defensa de la verdad y la democracia. Ellos nos apoyaron bajo una consigna clara: no vivimos en una dictadura. Porque cuando el poder se ofende por la crítica, lo que queda al descubierto no es la falsedad de la información, sino la fragilidad de quienes no toleran ser cuestionados.
Este intento de censura no nos debilitó. Al contrario, nos fortaleció. Nos recordó que no estamos solos, que hay una comunidad que cree en el periodismo libre, en la crítica constructiva y en el derecho de todos a estar informados. Gracias a ese respaldo, hoy volvemos con más fuerza, más convicción y más compromiso.
Como bien señalan algunos, uno de los síntomas del narcisismo institucional es la incapacidad de tolerar la crítica. Y eso es precisamente lo que enfrentamos: una administración que confunde el periodismo con el ataque, y que responde con censura en lugar de argumentos. Pero nosotros no vamos a ceder. No vamos a retroceder. Vamos a seguir informando, investigando y denunciando, porque creemos que el periodismo debe ser incómodo para el poder.
Este acto constituye una violación directa al artículo 20 de la Constitución Política de Colombia, que consagra: “Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación”. Esta norma no solo protege el derecho a opinar, sino que establece que los medios son libres y tienen responsabilidad social. Y lo más importante: prohíbe expresamente la censura.
Por tanto, la suspensión de nuestra plataforma no solo fue un abuso administrativo, sino una transgresión constitucional que debe ser denunciada ante las instancias legales correspondientes. No se puede permitir que el poder local, por incomodidad o vanidad, vulnere derechos fundamentales consagrados por la Carta Magna. Defender la libertad de prensa es defender el pacto democrático que nos une como sociedad.
La libertad de expresión es un derecho fundamental consagrado en nuestra Constitución. No es un privilegio otorgado por el poder, sino una garantía que protege a todos los ciudadanos por igual. Su restricción, bajo cualquier forma, debe ser denunciada y combatida con firmeza. Por eso, vamos a ejercer todas las herramientas legales disponibles: derechos de petición, acciones de tutela y demás mecanismos constitucionales que nos permitan salvaguardar nuestros derechos y los de nuestra audiencia.
Este intento de censura solo reafirma nuestro compromiso con la verdad. Nos obliga a ser más rigurosos, más valientes y más decididos. Porque si algo hemos aprendido en este proceso, es que la verdad incomoda, pero también libera. Y nosotros elegimos estar del lado de la libertad.
Agradecemos profundamente el respaldo de quienes creen en una prensa libre, crítica y comprometida con su comunidad. Gracias a ustedes, Salamina.com.co no solo está de vuelta, sino que lo hace con más claridad, más firmeza y más determinación. Porque no se trata solo de recuperar una página web. Se trata de defender un espacio de pensamiento, de debate, de construcción colectiva.
La verdad no se suspende. Se defiende. Y nosotros estamos aquí para defenderla, cueste lo que cueste.