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Argentina: Un país contado con el alma no con estadísticas

Una crónica literaria recorre los paisajes, contrastes y almas de Argentina. Desde la Patagonia hasta Buenos Aires, el libro celebra la belleza, la ciencia en la Antártida y el abrazo a los inmigrantes, invitando a redescubrir la patria con ojos nuevos, llenos de asombro y gratitud.

Argentina: Un país contado con el alma

Hay libros que informan. Y hay otros que conmueven. Argentina: País de Contrastes y otras Crónicas pertenece sin duda a esta segunda categoría: no es una obra que se lee, sino que se siente. Escrita con la pluma de un espíritu libre y el corazón de un enamorado, esta colección de crónicas no busca agotar datos ni trazar rutas turísticas, sino despertar el asombro por un país que, como dice su autor, “es un rompecabezas de emociones”.

El libro, firmado por Eleuterio Gómez Valencia, es un viaje íntimo y profundo por las entrañas de Argentina. Un recorrido que no exige pasaporte ni equipaje, porque se realiza desde la imaginación, la añoranza y el respeto. Como él mismo confiesa: “La mayoría de mis viajes fueron hechos de papel y ensoñación”. Y justamente ahí reside su poder: porque cuando un escritor puede llevarte al Aconcagua, a las Cataratas del Iguazú o a la Base Orcadas sin haber estado allí, no es por desconocimiento, sino por una mirada que trasciende lo físico para tocar lo esencial.

Este libro está disponible en formato digital PDF interactivo, diseñado especialmente en modo oscuro para proteger la vista y ofrecer una lectura cómoda y relajada. Su diseño innovador permite una navegación fluida en celulares y tabletas: no es necesario ampliar ni hacer zoom, basta con deslizar hacia arriba, página tras página, como si fuera un verdadero desplazamiento sin fin. Leerlo es una experiencia inmersiva, sin interrupciones, ideal para disfrutar en cualquier momento y lugar, con la luz tenue de la noche o bajo el sol de la tarde.

Argentina, en estas páginas, deja de ser un territorio y se convierte en un estado del alma. Es el frío de Ushuaia, donde cada 9 de julio cientos de personas bajan del cerro con antorchas encendidas, no como espectáculo, sino como acto de amor. Es el calor de Jujuy, donde la Quebrada de Humahuaca despliega sus siete colores como un lienzo de 500 millones de años. Es el silencio del glaciar Perito Moreno, que habla con el crujido del hielo, con el estallido de sus desprendimientos, con el murmullo del agua que se niega a desaparecer.

Pero el libro no se detiene solo en lo sublime. También mira hacia lo humano. Uno de sus capítulos más conmovedores es “El abrazo argentino a la diáspora colombiana”, donde el autor – inmigrante él mismo – expresa con palabras que hieren de belleza: “Gracias por recibirnos, por acogernos, por entender que aunque venimos de diferentes tierras, compartimos los mismos valores”. Y concluye: “Hoy puedo llamarme colombiano y neuquino”. Este testimonio no es solo personal; es un símbolo de lo mejor de Argentina: su capacidad de abrirse, de incluir, de tejer identidades nuevas sin perder la esencia.

El texto también rinde homenaje a quienes, lejos del ruido, cuidan el futuro. En la Base Orcadas, en las Shetland del Sur, científicos argentinos resisten el aislamiento y el frío extremo para estudiar el cambio climático, el agujero de ozono y la vida microscópica del krill. Como dice la glacióloga Laura Fernández: “Aquí no hay jerarquías: todos limpiamos, cocinamos y cuidamos el equipo”. En ese detalle, el libro encuentra una metáfora poderosa: en el extremo sur, la humanidad se iguala. Allí, no importa el apellido, solo el compromiso con la Tierra.

Y si la Patagonia es el alma, Buenos Aires es el corazón. La ciudad es retratada no como un conjunto de avenidas y edificios, sino como un tango eterno: “un diálogo entre el río y la pampa”. En San Telmo, los fantasmas de Gardel y Borges caminan entre los adoquines. En el Café Tortoni, el aroma es de tinta, café y nostalgia. Y cada 20 de julio, los porteños – tan famosos por su ironía – se abrazan sin excusas, como si la ciudad se permitiera, por un día, ser más humana. El Día del Amigo no es solo una fecha: es un acto de resistencia emocional en tiempos de desconexión.

El libro también honra a los olvidados: como Rubén D. Carolini, el obrero que descubrió el dinosaurio Giganotosaurus en El Chocón, convirtiendo un pueblo olvidado en epicentro de paleontología mundial. O a las tejedoras mapuches, cuyas manos hilan no solo lana, sino memoria, identidad, resistencia.

Pero el libro no ignora las heridas. Al contrario, las nombra: “En sus crisis recurrentes, Argentina se convierte en un espejo de los desafíos globales: la desigualdad lacerante, el cambio climático, las migraciones”. Y, sin embargo, encuentra fuerza en la creatividad, en el asado compartido, en el gol que desata la euforia, en el verso que acaricia el alma. Porque, como dice el himno nacional, “o juremos con gloria morir”.

Uno de los momentos más poéticos es la descripción del Lago Lácar, en San Martín de los Andes. No es solo agua: es “la puerta sagrada” que prepara el espíritu para lo que vendrá. Y lo que viene es un desfile de maravillas: Machónico, Escondido, Espejo, Correntoso… lagos que no se miden en kilómetros, sino en silencios, en reflejos, en paz.

El autor cierra su prólogo con una esperanza: “Que estas crónicas, escritas desde la libertad de quien ya no teme al tiempo, le susurren al oído aquello que los turistas no ven”. Y es que este libro no es para turistas. Es para soñadores, para viajeros del alma, para quienes creen que un país también se construye con palabras.

Argentina: País de Contrastes y otras Crónicas no es un libro que ignore los problemas. Pero elige, con sabiduría, hablar de lo que perdura: la belleza, la ciencia, la solidaridad, la esperanza. Es un llamado a mirar con otros ojos: no a través del lente del conflicto, sino del asombro. Es, en definitiva, una invitación: a mirar con los ojos cerrados, a imaginar el viaje, a encontrar en cada rincón no solo un paisaje, sino un latido. Porque, como dice su autor: “Lo que importa no es de dónde venimos, sino hacia dónde vamos, y que ese camino lo recorremos juntos”.

Y en tiempos de ruido, polarización y prisa, este libro es un acto de resistencia: el de creer que todavía podemos maravillarnos, que todavía podemos amar, que todavía podemos soñar con Argentina – no como un ideal perfecto, sino como una promesa viva.

¿Dónde conseguirlo?

Valor Col $30.000 – US$10 – Arg $15.000

Consíguelo aquí: +54 + 299 508 7158

Disponible Proximamente en htps://artelibrosycafe.com/latienda – https://salamina.com.co – https://salamina.com.co/larevista. Ideal para lectores, viajeros, soñadores y todos los que creen que un país también se construye con palabras.

Resumen Analítico por AI (Inteligencia Artificial)

Argentina: País de Contrastes, Pasión y Grandezas.

Introducción y enfoque del libro

El libro no es una guía turística ni un compendio de datos estadísticos, sino una crónica literaria y emocional que invita al lector a descubrir Argentina desde una mirada íntima, poética y profundamente humana. Es una «carta de amor» escrita con asombro, que recorre paisajes, culturas, historias y contradicciones del país, no solo geográficas, sino también sociales, emocionales y existenciales.

El autor se presenta como un observador sensible, tal vez en la etapa final de la vida, que encuentra en la contemplación de su tierra un sentido de pertenencia y redención. La obra se estructura como un viaje interior y físico, donde cada crónica es una ventana a un rincón de Argentina, visto con ojos de nostalgia, admiración y compromiso.

Pensado para acompañar al lector en cualquier momento y lugar, el libro ha sido desarrollado como un PDF interactivo, optimizado para su lectura en celulares y tabletas. Su diseño permite recorrer cada página sin necesidad de ampliar la pantalla con los dedos, y se presenta en modo oscuro para facilitar la lectura en dispositivos digitales, cuidando la vista y favoreciendo una experiencia serena y envolvente.

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2. Temas centrales

A. Los contrastes geográficos y naturales

Argentina se presenta como un país de extremos y paradojas:

• Desde los trópicos de Jujuy hasta la Antártida.

• Del calor abrasador del norte al frío extremo de Ushuaia.

• De los colores vibrantes de la Quebrada de Humahuaca a la blancura eterna de los glaciares patagónicos.

Se destacan paisajes emblemáticos:

• El Aconcagua, pico más alto de América, símbolo de desafío y grandeza.

• Las Cataratas del Iguazú, fuerza primigenia de la naturaleza.

• La Patagonia, territorio mítico de soledad, libertad y belleza sublime.

• La Ruta 40, espina dorsal del país, que une todos estos extremos en un solo recorrido épico.

B. La naturaleza como protagonista

La naturaleza no es solo escenario, sino un actor vivo y consciente:

• El volcán Copahue, con sus aguas termales y su actividad geotérmica, es descrito como un «latido» de la tierra, símbolo de fuerza y sanación.

• Los glaciares, como el Perito Moreno, son vistos como entidades en movimiento, testigos del tiempo y del cambio climático.

• La Laguna del Río Agrio y otros cuerpos de agua volcánicos se presentan como ecosistemas únicos, donde el color del agua refleja procesos químicos profundos.

C. Ciencia y compromiso en el extremo sur

Un capítulo destacado es el dedicado a la Base Orcadas en las islas Shetland del Sur:

• Fundada en 1904, es la base antártica permanente más antigua del mundo.

• Representa un símbolo de presencia soberana, ciencia y resistencia humana.

• Sus investigaciones abarcan el cambio climático, el agujero de ozono, el krill y la contaminación por microplásticos.

• A pesar de los desafíos logísticos y climáticos, la base sigue siendo un faro de cooperación internacional (con NASA, Noruega, Brasil, etc.).

D. Las comunidades y culturas originarias

El libro rinde homenaje a los pueblos indígenas:

• Los Mapuche, cuya cosmovisión está ligada al volcán Copahue y al azufre como símbolo de transformación.

• Los Mocoví del Chaco, cuya vida nómada y conocimiento ecológico reflejan una armonía con la naturaleza.

• Se destaca la importancia de reconocer sus derechos territoriales y culturales.

E. La inmigración y la identidad

Uno de los pasajes más conmovedores es el testimonio sobre la diáspora colombiana en Argentina:

• Narra el sueño de los inmigrantes, el dolor de la partida y la gratitud por la acogida.

• Se celebra la posibilidad de ser «colombiano y neuquino», de construir una identidad híbrida.

• Llama a la solidaridad entre latinoamericanos y a ser «embajadores» de sus culturas, aprendiendo y aportando.

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3. Estilo y estructura

• El texto combina prosa poética, crónica periodística y reflexión filosófica.

• Usa metáforas poderosas: Argentina como «sinfonía de contradicciones», la Patagonia como «pregunta sin respuesta», el viento en Neuquén como una «danza eterna».

• Las secciones están organizadas como vignettes (pequeñas escenas), que pueden leerse en orden o de forma fragmentaria, como postales emocionales.

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4. Mensajes clave y análisis crítico

Fortalezas del libro:

• Logra trascender lo descriptivo para ofrecer una reflexión profunda sobre la identidad argentina.

• Equilibra lo sublime con lo cotidiano: desde el Aconcagua hasta una cena en un refugio.

• Tiene una conciencia ecológica aguda, especialmente en los fragmentos sobre cambio climático y conservación.

Posibles críticas:

• Algunos pasajes pueden parecer idealizados, especialmente en la descripción de la inmigración o la ciencia antártica, sin abordar suficientemente los conflictos sociales o políticos profundos.

• Falta una mayor profundización en temas como la desigualdad, la deuda ambiental o el impacto de proyectos como Vaca Muerta, mencionado brevemente como fuente de esperanza económica, pero sin crítica ambiental.

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5. Conclusión

Argentina: País de Contrastes, Pasión y Grandezas es una obra que celebra la diversidad, la belleza y el espíritu resiliente de un país marcado por los extremos. Más que mostrar lugares, revela emociones: asombro, gratitud, melancolía, orgullo. Es un llamado a mirar con profundidad, a conectar con la tierra, con los otros y con uno mismo.

No es un libro que responda preguntas, sino que las provoca. Invita a perderse para encontrarse, a viajar no solo por kilómetros, sino por el alma de una nación que, como dice el texto, «es un rompecabezas de emociones».

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Palabras finales del autor (reflejadas en el texto):

«Argentina no es un país, es una sinfonía de contradicciones.»

«Lo que importa no es de dónde venimos, sino hacia dónde vamos, y que ese camino lo recorremos juntos.»

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