
Volvemos como cada semana cargados de puro veneno sabroso y verdad que raspa. Y si usted cree que esto es suave, siéntese que el cuento está candela…
Resulta que un funcionario municipal —que me pidió que ni por el p… lo nombre porque no quiere problemas con el patrón— soltó la bomba: el Comandante del Batallón Ayacucho llegó en visita oficial a Salamina, todo elegante y con cara de protocolo, esperando el recibimiento digno que su rango amerita. Pero ¡oh sorpresa! la secretaria del Palacio Rosado le dijo que el alcalde no estaba… aunque según la fuente si estaba, más escondido que boleta pa’ concierto gratis.
¿Y cómo lo recibieron? Pues parado como estatua en pleno pasillo, sin cafecito, sin oficina, sin nada. Lo atendió el Secretario de Gobierno con cara de “yo qué hago aquí” mientras el coronel disimulaba la incomodidad. ¡Qué desplante tan berraco! A ese nivel, ni una visita de cortesía fue capaz de generar respeto institucional. ¿Será que alguien pensó que al Ejército se lo atiende como a cualquier despistado?
Y ojo al dato: ojalá que el coronel no sea quien vaya a decidir si Salamina merece apoyo militar, favores logísticos o presencia estratégica… Porque si hay que pedirle algo, ya nos van a tener en lista negra, como pueblo de mala educación.
¡Y recuerden, aquí no hay filtro ni diplomacia: si es chisme, se cuenta con sabor y sin anestesia! Cuando el pasillo habla, la Cigarra lo grita.
¡Resulta que el alcalde anda más de influencer que de gobernante! Mientras el pueblo espera soluciones, él se pasea como estrella de reality show: lo vimos en la deteriorada casa del Ebanista, supuestamente “analizando” su reconstrucción, pero todo parecía más una sesión de fotos para que no se nos olvide su carita. Y por si fuera poco, otro video lo muestra en un evento fuera del municipio, como si no tuviera suficientes problemas en casa.
Los habitantes del establo esperando que les solucionen algo o, por lo menos, que el alcalde baje a hacerse unos videítos fingiendo que está “pensando” en cómo arreglar los problemas de esa pobre gente. ¡Pero ni eso! Ni una selfie con cara de preocupación, ni un dron sobrevolando los huecos. Nada. Puro paseo y sonrisita pa’ la cámara.
Nosotros seguimos esperando que inicie la gestión pa solucionar algunos problemas urgentes o, mínimo, que se saque una fotico en los cráteres lunares que hay en la carretera de La Cuchilla a La Palma, o en la de Salamina a San Félix, justo a la altura de la cárcel, donde hasta los presos se tapan los ojos del susto cuando pasa un carro.
Y en San Félix… ¡ay, San Félix! Los habitantes allá esperando que les nombren el corregidor, pero parece que el alcalde está más ocupado decidiendo qué se va a tomar esta noche en su taberna favorita. ¿Será que lo pillamos en vivo y en directo con su combo de siempre?
Y para rematar, la Escuela Taller sigue “funcionando” (entre comillas bien grandes), a ver si por fin el director se digna a pagar lo que deben desde hace más de cuatro años. ¡Cuatro años, mi amor! Eso ya no es deuda, eso es descaro con título profesional.
Los espero la próxima semana con nuevos chismesitos de mi afilada lengua, que aunque los demás anden callados, yo tengo filo pa’ rato. #LenguaViperina #ChismeDelBueno #AlcaldeInfluencer
Un comentario
Que horror.