
Los recientes hechos de violencia en el país, que tuvieron como protagonistas a jóvenes con edades que no superan los veintidós años, hacen necesaria una pausa para tratar de entender el porqué de dichos sucesos. En primer lugar, el autor material del atentado contra la vida de un Senador en ejercicio y Precandidato presidencial solo cuenta con quince años y todo indica que es, a las claras, instrumento de organizaciones criminales que le juegan a la inimputabilidad como vía a la impunidad. Segundo, una cómplice del anterior también detenida, cuenta diecinueve años; tercero, el asesino de un concejal de un municipio de Antioquia, también quince años y cuarto, en atentado de un grupo guerrillero, dieron muerte a una patrullera de la Policía Nacional, de veintiún años. La historia trágica de Colombia da pasos hacia atrás y repite olas criminales que ya creíamos superadas.
Con el panorama anterior, surge la pregunta tantas veces invocada, ¿qué pasa con la juventud?, para intentar la respuesta, aparece el perfil de uno de los casos, (que se cita no como justificación), un entorno familiar descompuesto: madre muerta; padre ausente; crianza delegada en otros familiares; desescolarización; rebeldía patológica, derivada en consumo de estupefacientes. Explorando en las vertientes sicológicas se puede colegir que a los niños se les enseña con mayor efectividad la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto en el seno de las familias; preocupa que ante el aumento de los hogares disfuncionales esta tarea no se cumpla. Las carencias económicas motivan a aceptar propuestas temerarias, sin medir consecuencias, aun con riesgo de la propia vida, porque caen en el círculo de la violencia: engaños, incitación, amenazas, con el país como caldo de cultivo del miedo, la desconfianza, los odios, el recelo, con oportunistas que le apuestan a la responsabilidad penal atenuada, como espejismo.
Lo expresan los especialistas en estudio de la conducta humana, a los quince años se presentan conflictos con las figuras de autoridad: padres, maestros, policías, guardas. Buscan autonomía con oposición a las normas establecidas. Además, es la etapa de las dudas. Son fácil presa de los mensajes retadores de las redes sociales, en busca de aceptación y reconocimiento. Con todo esto sumado, los jóvenes transitan por una senda con más peligros que oportunidades y se prenden las alarmas para que la sociedad en pleno asuma su tarea de rescate. Es urgente la unión de esfuerzos desde el interior de los hogares hasta las instancias de gobierno en sus competencias y coberturas para lograrlo. Todos, entonces, desde las instancias: familiar, educativa, laboral, legislativa, comparten un compromiso importante con esta generación en procura de su bienestar, demandando muestras reales de empatía. A nivel nacional, por ejemplo, la Constitución Política dispone, en el artículo 45, que el adolescente tiene derecho a la protección y a la formación integral, sin distingo alguno. Lo subsiguiente es asumir la tarea con real compromiso.
Otras instancias de creación legal, tales como, el Estatuto de la ciudadanía Juvenil; los Consejos de Juventudes, entre otros, tienen como fin último el desarrollo integral de los jóvenes, pero hacen necesario el monitoreo y seguimiento ciudadano para que se apliquen. En teoría se dispone de la política de estado denominada “SACUDETE” que “establece los criterios para fomentar y gestionar una atención integral que fortalezca el desarrollo y curso de la vida de la juventud en Colombia” (Ley 2231 de 2022). Mucho de esto queda en el papel sin operatividad en la implementación y sigue siendo un listado de buenas intenciones.
Salamina y La Juventud
En la escala propuesta sobre la intervención oficial en el tema juvenil, conviene dar una mirada a las acciones adelantadas en el municipio, tomando como insumo primario los datos que, según el DANE, con proyección a 2025, presenta la pirámide poblacional de Salamina.
• 0 a 14 años: 3.579 personas (17.7%)
• 15 a 19 años: 1.225 personas (6%)
• 20 a 59 años: 10.445 personas (51.7%)
• 60 años o más: 4.923 personas (24.4%)
Una primera conclusión en la mirada rápida a estas cifras demuestra que a nivel local se presenta un comportamiento similar a la tendencia mundial, el paulatino envejecimiento de la población, lo cual, sugiere priorizar acciones en favor de la población joven actual, como actores principales del desarrollo local y con planes de acción a corto plazo.
La política pública nacional “Sacúdete” se podrá articular y complementar con las acciones y políticas públicas dirigidas a la juventud contenidas en los planes de desarrollo de las entidades territoriales. En esta estrategia el ICBF, Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, es actor principal.
En revisión de las actuaciones en el municipio sobre el tema juvenil identificamos que por parte del Concejo Municipal se aprobó el Acuerdo 005 de 2022, “por medio del cual se adoptan los lineamientos de la política pública de juventudes del municipio de Salamina” y en el plan de desarrollo “Sigamos construyendo nuestra grandeza” se cita: “Las acciones que realizará la alcaldía en concordancia con la política pública de juventudes se basan en incentivar la participación, sumado a la diversificación de la oferta laboral, educativa, deportiva, cultural y formativa de la población entre los 14 y los 28 años”.
Hasta acá todo parece indicar que la hoja de ruta está definida, pero en el análisis pormenorizado del contenido del plan se detecta un error, ojalá pronto enmendable, en el capítulo “Innovación social -Inclusión social y reconciliación” en la acción, 4. Apoyar el Consejo Municipal de Juventudes gestionando la Casa Municipal de Juventudes. El producto y el indicador son los mismos de la meta 3. Que hace referencia a la Comisaría de Familia. Tal vez se trate de una absurda coincidencia o se confirma la tesis de que ¿estos temas juveniles solo son para cumplir requisitos? En el mismo documento del plan se resalta que la comunidad campesina identificó como una de las principales problemáticas: “la falta de oportunidades para los jóvenes.” Conclusión, también a nivel local este tema está sobre diagnosticado y las acciones concretas son tímidas.
Ante este panorama es pertinente reiterar y estimular a la población joven para que se apropie de la construcción de su futuro y el instrumento inmediato es la elección del Consejo Municipal de Juventudes. Los plazos para inscripción de listas están corriendo y la fecha de elección es el próximo 19 de octubre. Esta es una oportunidad de dar el paso para hacer oír su voz en todos los estamentos y también para, de manera autónoma, apropiarse de este espacio que, por intereses de terceros, pierden su esencia. Es una forma legítima de propiciar los medios adecuados para tener herramientas y medios que permitan formalizar su proyecto de vida.
“Juventud divino tesoro, ¡ya te vas para no volver! expresó el poeta Nicaraguense Rubén Darío en su poema “Cantos de vida y esperanza” (1905), sentencia clara que motiva a que se dé lugar de preponderancia a la juventud en el objetivo de la construcción colectiva de la paz.
2 respuestas
Lo más triste es que tenemos un pueblo lleno de personas longevas,y las oportunidades para los jóvenes cada vez son menos,los tienen encuentra ahora para el consejo municipal de juventudes. Después llega la política los absorbe y hasta ahí llega todo. Pasan los buenos deportistas y cuando piden el apoyo lo único que les dicen no hay plata. Lamentablemente eso pasa en nuestro Pueblo Bicentenario
Lo más triste es que tenemos un pueblo lleno de personas longevas,y las oportunidades para los jóvenes cada vez son menos,los tienen en cuenta ahora para el consejo municipal de juventudes. Después llega la política los absorbe y hasta ahí llega todo. Pasan los buenos deportistas ,los jóvenes que nos representan tanto cultural ,lo artístico y cuando piden el apoyo lo único que les dicen no hay plata. Lamentablemente eso pasa en nuestro Pueblo Bicentenario