
Sin contratos y sin un solo peso de aportes del municipio ni de ningún ente estatal, un hijo ilustre de Salamina, Caldas, ha decidido alzar la voz con las armas que mejor domina: la imagen, la palabra y el corazón. Hablamos de Marino Gómez Bernal, publicista, realizador audiovisual y, ante todo, salamineño de pura cepa, quien nos entrega con generosidad dos piezas audiovisuales cargadas de amor, memoria y orgullo por su tierra natal. Dos producciones que surgen no de un presupuesto oficial, sino del deseo firme de rendir homenaje a su «patria chica» en un momento tan significativo como el Bicentenario de su fundación.
El primer documental, titulado «Salamina Bicentenaria: Ciudad Luz, de la Montaña», no es simplemente una recopilación de datos históricos ni un recorrido frío por las calles empedradas. Es una declaración de amor, un testimonio sincero del alma de un salamineño que, pese a la distancia y los años, ha mantenido vivo el vínculo profundo con sus raíces. Desde el primer segundo, el espectador es guiado por la voz sensible de quien, a través de su lente y su narración, reencuentra los ecos del pasado y los valores de una comunidad que ha iluminado la historia del departamento de Caldas.
«Cuanto más investigo entre videos y opiniones sobre los personajes de Salamina, me involucro en sus creaciones, aprecio la incalculable grandeza de nuestras gentes en todas las artes y actividades. La mina que guarda la montaña nuestra está compuesta por todos los minerales del precioso arte». Estas palabras, que abren el documental, resumen con claridad el espíritu de su obra: una mirada hacia Salamina como semillero de cultura, cuna de artistas, escritores, poetas y gestores sociales, cuya luz trasciende la geografía.
La pieza audiovisual no solo documenta la historia de Salamina desde su fundación el 8 de junio de 1825, sino que también explora el alma misma de su gente: personajes anónimos y reconocidos que han tejido el presente sobre los hilos del esfuerzo y la pasión. Arquitectura, caficultura, tradiciones, fiestas, poetas, músicos y niños que hoy sueñan con nuevos horizontes son retratados con una sensibilidad que solo puede provenir de quien ha sentido en carne propia el orgullo de haber nacido en la «Ciudad Luz».
Marino Gómez Bernal: semblanza de un salamineño comprometido con su historia
Marino Gómez Bernal nació en Salamina en el año de 1952. A la edad de 15 años, su familia se trasladó a Medellín y, dos años después, se establecieron definitivamente en Bogotá. Fue en la capital donde comenzó a forjar su camino profesional en el mundo de la comunicación. Estudió Publicidad en la Universidad Central de Bogotá, con énfasis en producción audiovisual, abarcando disciplinas como la fotografía, el video y el sonido. Además, realizó estudios complementarios en la Academia Arco – Artes de la Comunicación y en el campo de la actividad escénica.
Su formación le permitió trabajar en diversos proyectos profesionales, pero su corazón siempre ha permanecido en Salamina. Desde la distancia, ha cultivado el amor por su tierra a través del lente de su cámara, y hoy, en la madurez de su vida, decide volver simbólicamente a su origen con estas obras. Sin pretensiones comerciales ni institucionales, sus videos son un acto de gratitud, un regalo desinteresado a una comunidad que lo vio nacer.
En un contexto en el que, a pesar de haberse aprobado una ley nacional (Ley 2349 de 2024) que autoriza una serie de recursos y acciones para conmemorar el Bicentenario de Salamina, la gestión local ha sido nula y pasiva, el trabajo de Marino Gómez Bernal brilla con mayor fuerza. Mientras la Alcaldía no ha logrado ejecutar proyectos culturales o convocar a la comunidad en torno a esta celebración histórica, Marino ha tomado la iniciativa de hacer visible lo que otros han ignorado. Y lo ha hecho solo, sin presupuesto, sin aplausos oficiales y sin buscar protagonismo, más allá del que otorga el compromiso con la identidad y el arte.
Junto al documental principal, Marino Gómez también nos ofrece una joya simbólica: una versión audiovisual del Himno de Salamina, una composición que despierta el sentido de pertenencia de los salamineños en cualquier rincón del mundo. Este segundo video, acompañado de imágenes del paisaje, la arquitectura y la vida cotidiana del municipio, es un canto a la belleza natural y espiritual de la región. Es, también, una muestra de que el arte no necesita permisos para florecer, y que la cultura puede y debe nacer del corazón del pueblo.
Ambos trabajos audiovisuales están disponibles en plataformas digitales y circulan gracias a la solidaridad de la misma comunidad. Son herramientas educativas, emotivas y de promoción cultural que pueden ser utilizadas por escuelas, casas de la cultura, universidades y medios de comunicación para difundir el legado de Salamina y sus valores.
En un momento en que se esperaba que las instituciones lideraran grandes celebraciones, exposiciones y proyectos para exaltar los 200 años de la fundación de uno de los municipios más emblemáticos del Eje Cafetero, ha sido un ciudadano, un comunicador formado y sensible, quien ha dado el paso al frente. Marino Gómez Bernal ha demostrado que el amor por la tierra no se decreta ni se contrata: se siente, se vive y se crea.
Este homenaje visual que nos entrega no debe pasar desapercibido. Más que un video, es una llamada a despertar, a valorar lo nuestro y a preguntarnos qué estamos haciendo, desde cada trinchera, para construir un futuro digno de nuestro pasado.
Salamina cumple 200 años, y Marino Gómez Bernal le regala algo más valioso que una placa o una promesa: le regala memoria, identidad y amor hecho imagen. Ojalá su ejemplo inspire a otros, dentro y fuera del gobierno, a actuar con la misma pasión y respeto por la historia que nos une.
4 respuestas
Excelente trabajo, felicitaciones.
Muchas gracias paisano; es la oportunidad de mostrar a extraños la belleza que tenemos como cuna.
Orgulloso de ser niguatero.
Excelente documentación, narración y exploración por esas fuentes tan enriquecedoras que muestran la belleza de una tierra tan hermosa y pujante que ha contribuido grandemente a la riqueza cultural de nuestra nación. Felicitaciones, por tan loable labor de compartir con propios y foráneos este maravilloso tesoro de historia, arte, cultura y tradición de la bella Salamina.
Felicitaciones querido amigo Marino , un trabajo hecho con el corazón lleno de amor , sabiduría y dedicación por su hermosa tierra , eso se llama amor de patria y sentimientos de agradecimiento a ese bello pueblo que te vió nacer .
Un fuerte abrazo lleno de bendiciones.
un trabajo de ésta calidad solo la puede realizar una persona profesional y de una gran sensibilidad, que siempre trata de plasmar su sentir a través de su música, imágenes y de un trabajo impecable audiovisual, ojalá éstas entidades gubernamentales valoren su trabajo y tomen ejemplo del sentido de pertenencia por la tierra que los vió nacer. Felicitaciones por tan invaluable celebración plasmada para el mundo por una persona que con su talento proyecta su sentir.