La Editorial del Domingo – Contratos Bicentenarios

Este editorial critica la gestión del alcalde de Salamina, Manuel F. Giraldo, en la celebración del bicentenario. Se denuncian contratos opacos con amigos, falta de transparencia en el gasto público y la existencia de cargos no oficiales. Se cuestiona el uso de fondos públicos y la falta de control político.

Por: Vladimir Ilich Ulianov

«Llover sobre mojado», ese podria ser el título de no pocas de estas editoriales, ya lo ha sido, y no es reiterativo por falta de imaginación, sino porque los sucesos y sus protagonistas, constante objeto de análisis en estas líneas, con sus actuaciones y sus decisiones, nos demuestran cuán lejos está la administración municipal de prácticas pulcras, austeras y decentes. Y es que hablar de la celebración del bicentenario es «llover sobre mojado» porque cada contrato que tenga la palabra «bicentenario» es un acuerdo leonino para amigos y pago de favores, todos bajo la modalidad de contratación directa, y es un ejercicio de veeduría ciudadana lo que desde este espacio de opinión hemos venido haciendo desde hace casi 6 años para explicarle a la comunidad cómo se administran sus propios recursos, por eso tantas veces y de tantas maneras analizamos esta situación.

Ya habíamos anunciado en estas líneas desde hace mucho tiempo que la celebración del bicentenario iba a significar un festival de contratos. No nos equivocamos y no podemos quedarnos callados. Tan importante como el programa que a tres meses de las celebraciones centrales no conocemos, es su costo y la plata que se está gastando en contratos grises otorgados para pagar favores políticos de los cuales no es posible medir su cumplimiento.

El Canciller

Hablar en nombre del señor alcalde es una facultad que no cualquiera tiene, es una especie de «cancillería» por llamar de algún modo a esa facultad impuesta o autoimpuesta ¡vaya uno a saber!. Pues el alcalde Manuel F. tiene ese lujo, parece que tiene un funcionario plenipotenciario autodenominado «asesor de relaciones de la alcaldía de Salamina» que aun así, no es ubicable en el organigrama de la alcaldía (porque no existe), pero tiene oficina en pleno centro de Manizales, Edificio Caja Social, oficina 801 y despacha a nombre de «oficina del bicentenario».

Fabián López Gómez es quien detenta estas funciones desde el año pasado. Durante noviembre y diciembre de 2024 tuvo un contrato por valor de 5 millones 800 mil pesos, cuyo objeto fue «prestar servicios de apoyo a la gestión en el trámite documental de proyectos de inversión, convenios y demás temas de relacionamiento estratégico con las diferentes entidades del orden departamenrtal y colonias a nivel nacional e internacional, en cumplimiento de las metas del Plan de Desarrollo municipal y sus proyectos estratégicos». En el marco de ese difuso objeto, el «canciller» López Gómez despacha desde la citada oficina en Manizales y lidera la colonia de salamineños en Manizales, que desde el año anterior recoje fondos de los que, ni quienes participan de los eventos y reuniones en Manizales, ni aquí en Salamina sabemos qué fin tienen. Han realizado bingos y bailes, ahora último, ofrecen un bono para dotarse de elementos para una comparsa en los dias del bicentenario.

El supervisor del cumplimiento de dicho contrato es Juan Carlos Arias Gómez, el secretario de Planeación Municipal, quien en la auditoría, da el visto bueno de cumplimiento sin mayores detalles ni justificaciones.

Hoy en Salamina poco conocemos la gestión del autodenominado «asesor de relaciones de la alcaldía», «el canciller», como tampoco sabemos quién paga el arrendamiento de dicha oficina en el centro de Manizales. El secretario general de la alcaldía, Franklin Henao, niega cualquier vínculo laboral con dicha oficina, desconoce qué tipo de actividades se realizan allí y además reconoce que no existe un manual de funciones para el cargo de «asesor de relaciones públicas». Niega además el secretario Henao, que actualmente (vigencia fiscal 2025) se tenga vínculo laboral alguno con El señor Fabián López Gómez.

¿Cómo explicar entonces la reiterada presencia del alcalde Manuel Fermín en las instalaciones de dicha oficina en el centro de Manizales, de la que hay evidencia en las mismas redes sociales del «asesor de relaciones públicas»? ¿Cómo medimos el cumplimiento del objeto del contrato de «el canciller», Fabián López? ¿Cuáles han sido los proyectos de inversión, con qué entidades se han realizado convenios y cual es el relacionamiento estratégico? ¿Nos cuenta el alcalde, el secretario general, o el de planeación o el mismo contratista?

Debe recordar la comunidad que Fabián López Gómez fue candidato al Concejo por el Partido de la U., acompañando la candidatura de Manuel Fermín, desde entonces se autodenominaba «jefe de debate», fracasó en ese intento de llegar al Concejo pero el hoy alcalde quedó comprometido y pagó el favor. Un contrato bicentenario.

El Lobista

El pasado 4 de febrero mediante la modalidad de contratación directa, el alcalde Manuel F. Giraldo firma otro contrato por prestación de servicios con Juan David Cardona, por valor de 24 millones de pesos, cuyo objeto es «prestar servicios de apoyo a la gestión en la Secretaría de Planeación para realizar el seguimiento a convocatorias del Estado Colombiano, proyectos radicados en el nivel nacional y en general el relacionamiento estratégico con las entidades del Estado e internacionales para el fortalecimiento de la gestión territorial y el proyecto bicentenario del municipio de Salamina». Si traducimos esto a lenguaje salamineño, significa que Juan David Cardona, conocido por sus amigos como «pimbi», quien por su trabajo recorre rutinariamente los pasillos del Senado de la República, y que acompañó al alcalde desde la campaña, debe encontrar la forma de que los congresistas (sobre todo los de la región… y algún costeño) que a su vez transitan por las distintas dependencias del gobierno, ayuden a conseguir más contratos para desarrollar en Salamina, además de gestionarle al alcalde la participación en cuanta reunión, comité o junta se desarrolle y que lo exponga con los personajes de la política nacional. Recordemos que ya el alcalde viajó a Rusia en una representación que le gestionó este amigo.

Dicho contrato obliga al señor Cardona a guardar absoluta reserva en relación con toda la información que maneje, además debe rendir un informe mensual de las actividades propias del contrato. De manera que hoy, a un mes de haber iniciado la vigencia, si es posible, el supervisor del mismo, el secretario de Planeación Juan Carlos Arias, debería contarle a la comunidad cómo avanzan las gestiones para las cuales fue contratado «pimbi». Segundo contrato bicentenario.

El Publicista

La imagen del bicentenario y la marca de ciudad son quizá el ícono y la memoria de la celebración. La imagen vale más que mil palabras (de las que aquí escribo). Esa es la responsabilidad del diseñador y publicista al que contrataron para perpetuar el concepto. 15 millones de pesos es el costo del contrato, bajo la misma modalidad (contratación directa) con Javier Andrés Gómez Gallego, para «dar continuidad a los procesos inherentes a la imagen institucional de la celebracion del Bicentenario de Salamina-Caldas y la marca Salamina» dentro de cuyas responsabilidades está desarrollar el diseño de la papelería oficial de la alcaldía, publicidad exterior, publicidad digital y souvenirs, además de la señalética en las dependencias de la alcaldía y la marca de ciudad.

Llama la atención que ya el 26 de noviembre se había firmado un contrato con la misma persona para el diseño de la imagen institucional del bicentenario por valor de 5 millones de pesos con vigencia de 1 mes (hasta el 30 de diciembre de 2024). Una cosa fue este primer contrato para definir el diseño, otra, el segundo contrato de $15 millones para «materializar las ideas».

Dos contratos que suman 20 millones en 3 meses. La imagen cuesta, la de un bicentenario cuesta más. Y sobre este contrato especifico surgen mas inquietudes: la ley 2345 de 2023 prohibe el uso de marcas de gobierno y regula la señalética institucional ¿Cómo riñe entonces esta ley con la marca de gobierno del bicentenario? Es una línea difusa. Todo lo que la actual administración invierta en publicidad, en «uniformar» a sus funcionarios, en membretear documentos oficiales serán obsoletos en 2027 y un nuevo alcalde cambiará todo nuevamente?

Esperamos, por lo menos en este caso, que el trabajo publicitario y de diseño que se ejecute en este contrato pueda mantenerse más allá del 2027, si esta marca es de ciudad y no de gobierno, bien vale la pena preservarse unos años más allá del bicentenario.

Veeduría y Control Político

Los lectores y la ciudadanía en general, deben tener claro que en estos casos no estamos denunciando nada ilegal, la administración contrata bajo la facultades que le otorga la ley, lo hace a su criterio; lo que aquí exponemos es simplemente un ejercicio de veeduría ciudadana a cómo se gastan los recursos propios y cómo se gestionan recursos del orden departamental y nacional para una celebración como la que estamos ad portas de comenzar, cómo se firman contratos con objetos poco claros, difíciles de medir en su eficiencia. Este ejercicio que aquí hacemos es el que la ciudadanía espera de su representación en el Concejo Municipal. Esto lo intuíamos desde la campaña, sabíamos lo que podía significar este periodo constitucional 2024-2027, muchos contratos – más de lo habitual- , muchos contratistas amigos con intereses particulares, muchos favores que retribuir. Un control político eficiente es una faja necesaria en la democracia para evitar que el poder se desborde. Acaba de pasar el primer periodo de sesiones ordinarias en el Concejo Municipal y poco o nada se habló del tema, ni los independientes, ni la oposición (que ya no hay) cuestionó la contratación.

Lo que aquí hemos escrito desde hace casi 6 años es evidenciar y preguntar por qué la mayoría de la contratación pública en Salamina se hace en su mayoría bajo la modalidad de contratación directa, la forma con mayor riesgo de corrupción, y creo que tengo parte de la respuesta: estamos condenados porque ese es el diseño del Estado colombiano, es difícil que una alcaldía de un municipio categoría 5 y 6 haga una licitación pública para cada contrato por montos tan inferiores, no está obligada ¿Qué nos queda entonces? Vigilar en qué se invierten los recursos y a quiénes se los entregan.

Reflexiones

Si el Bicentenario se construye con la participación de todos y es una feliz ocasión para estar unidos y trabajar en equipo, comencemos por reflexionar sobre el presente y el futuro de Salamina, comencemos por analizar sin prejuicios cómo nos preparamos como sociedad para los siguientes doscientos años, cuál es el legado que dejamos a las futuras generaciones, qué valores tuvo Salamina en estos doscientos años que hoy hemos perdido, cuál es el legado que la generación actual y quienes regentan su destino dejarán. Cuando termine la celebración, luego del 8 de junio qué quedará ¿el escándalo de la monumental parranda en el parque? ¿El despropósito de millones y millones de pesos gastados sin propósitos altruistas? ¿Qué obras quedarán para el mejoramiento de la calidad de vida y el bienestar de los salamineños por lo menos para las décadas siguientes? ¿Qué contará la historia sobre el bicentenario de Salamina? Muchas preguntas que bien vale la pena respondernos desde ahora.

Que la celebración del Bicentenario de Salamina no nos deje más que un pueblo entregado al embrutecimiento de la beodez.

Adenda.

1.¿Quienes se envanecen de amar a Salamina y trabajar por ella, lo hacen por altruismo o intermedia algún contrato?

2. Qué trabajo están desarrollando las denominadas «colonias» de salamineños en distintos lugares del país.

3. Hay salamineños que se resisten a participar de aquellas colonias, las evitan, tienen sus razones… y muy válidas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *